Hoy 
El desplome del techo de una antigua casona de la calle Arzobispo Meriño, que por fortuna no causó víctimas, debe servir de clarinada para emprender un programa de verificación de las condiciones de seguridad de muchos inmuebles de la zona.
La verificación debe hacerse en virtud de la antigüedad y poco mantenimiento de un gran número de casas, muchas de las cuales han sido abandonadas por sus propietarios.
El Ayuntamiento del Distrito Nacional ha emplazado a los dueños de 72 inmuebles de la zona a repararlos, bajo amenaza de expropiarlos si no lo hacen.
La fotografía de portada de la edición de ayer de este diario muestra con lujo de detalles la situación de deterioro de algunas casonas de la zona, y el peligro que representan para quienes las habitan.
Además del emplazamiento a los dueños para que reparen los inmuebles, sería aconsejable reubicar a las familias que ocupan los que están más deteriorados y en peligro de desplome.
En la zona han sido frecuentes los derrumbes de partes de inmuebles sometidos a los embates del tiempo y la falta de mantenimiento. Una inversión anunciada para el rescate de la zona colonial debe incluir trabajos de prevención como la reparación de las estructuras que constituyen verdaderos peligros.
Convirtamos basura en dinero
En muchos países la basura es materia prima que se transforma en utilidad para los ciudadanos. Desechos orgánicos transformados en biogás y fertilizantes, y residuos sólidos convertidos en materiales útiles para la construcción y la industria. La República Dominicana debería prepararse para convertir la basura en algo más que relleno sanitario. Debería educar a la gente para clasificar y separar los tipos de desperdicios.
Un problema actual es que los municipios de la provincia Santo Domingo están llenos de vertederos de basura porque el mal manejo del vertedero de Duquesa no permite procesar el volumen de desperdicios. La solución debe ir más allá de depender de un vertedero que traga basura y no devuelve nada útil. Los gobiernos municipales de la provincia deben unir esfuerzos en un proyecto que tenga por meta convertir basura en dinero y energía.
