El pasado 31 de octubre se celebró “El Día Internacional del Arroz”, el cual fue instituido por la Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), celebrada el 31 de octubre del 2003. En dicha asamblea también se escogió el año 2004 como Año Internacional del Arroz, con el lema “El arroz es vida”.
El arroz es uno de los cereales más producido y el de mayor consumo en todo el globo terráqueo, pues más de 3,500 millones de personas, prácticamente la mitad del planeta, lo consumen en sus comidas diarias, porque es un cereal muy importante en la nutrición del ser humano por ser rico en proteínas. Representa el alimento por excelencia e imprescindible en la dieta diaria de todos los dominicanos.
La República Dominicana tiene un consumo de 12.5 millones de quintales de arroz anual y un volumen de producción de alrededor de 14 millones de quintales, demostrando que con la excepción de Estados Unidos, es el único de todos los países que conforman el DR-CAFTA que es autosuficiente en ese aspecto, lo que es una garantía para la seguridad alimentaria de nuestro país.
El sector arrocero aporta a nuestra economía aproximadamente unos 32 mil millones de pesos al año, lo que significa un ahorro de divisas, a la tasa actual, de unos US$550 millones de dólares anuales; más de 30 mil familias de 18 provincias y de 33 municipios del país se benefician de este importante sector de nuestra economía, el cual genera más de 80 mil empleos directos y unos 300 mil indirectos en todo el país.
Existen unas 300 agroindustrias o factorías de arroz en el país y miles de empresas relacionadas con dicho sector,
El 60 % de toda el área cultivada de arroz de República Dominicana es producida por micros productores.
Ese día, el único legislador que se manifestó y salió en defensa del sector arrocero fue el diputado, José Rafael Hernández, representante de las zonas arroceras de la provincia de La Vega, quien hizo un ferviente llamado a todos los diputados y senadores sobre las amenazas que acechan a este importante sector de nuestra economía con el desmonte de los aranceles a este producto, a través del DR/CAFTA, lo que pondría en peligro la estabilidad económica, política y social de nuestro país.
“El arroz es el único de todos los productos básicos de la canasta familiar, que ha mantenido un precio estable y asequible al consumidor desde hace más de 15 años.
Esto se debe al consenso existente y al gran interés que han manifestado los distintos sectores ligados a la producción, industrialización, comercialización y a las autoridades del sector
arrocero, que han conformado una “Mesa de Diálogo”, implementando un efectivo Sistema de Pignoración, que con un pírrico presupuesto de 400 millones de pesos, garantizan la seguridad alimentaria para nuestro país, sobre todo, en estos difíciles momentos de crisis económica y sanitaria, provocada por el Covid-19.”
Este tratado establece un desmonte progresivo de los aranceles a los productos agropecuarios que comienza aplicarse entre un 10 y un 20%, hasta quedar libre de impuestos para el año 2025.
Dicho legislador solicitó al señor Presidente de la República Luis Abinader Corona para que convoque a la Comisión Agrícola de Alto Nivel, creada por el expresidente Danilo Medina mediante Decreto No. 260-16, para que evalúe el Impacto del Proceso de Desgravación Arancelaria y de Apertura Comercial que implica el DR-CAFTA en los productos sensibles del sector agropecuario dominicano, como es el arroz. Dicha comisión está conformada por los ministerios de la Presidencia, Industria, Comercio y Pymes; Relaciones Exteriores, Agricultura y la Junta Agro Empresarial Dominicana (JAD)
“Que se convoque a la Comisión de Revisión Agrícola del DR-CAFTA, conformada por 7 de los países firmantes y emita un informe evaluativo, tal como lo exige el Articulo 3.18 de dicho Tratado; que se incluya en su agenda un punto en el que se solicite que el arroz sea excluido de dicho tratado, para evitar el colapso de este importante sector”.
“La apertura del mercado del arroz en el DR-CAFTA representa una clara amenaza para el sector arrocero del país, pues los Estados Unidos exportan el 50 % de su producción y esto conlleva subsidio indirecto a sus exportadores y mantiene precios de sustentación para el arroz para sus productores En estas condiciones nuestros productores jamás podrán ser competitivos en un mercado abierto.
El mejor ejemplo es Haití, que firmó con Estados Unidos el TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte), llevando a todos los productores de arroz a la quiebra, se perdieron miles de empleos y hoy tiene que importar desde este país la totalidad del arroz que consume, cuyo precio de venta está muy por encima al de la República Dominicana.
Eso fue un grave error que fue reconocido y lamentado posteriormente por el ex presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, por haberle impuesto a ese país la firma de dicho tratado, ya que el mismo contribuyó a destruir la capacidad de Haití para producir arroz y alimentar a su gente”.
Con la firma del NAFTA, que es el Tratado de Libre Comercio firmado entre Estados Unidos, Canadá y México, este último se vio obligado a importar el 90 % del arroz que consume. Lo mismo nos sucederá a nosotros, si no tomamos las medidas preventivas.