Para la mayoría de los mejores jugadores dominicanos que participan en el béisbol de Grandes Ligas, la temporada del 2004 será clave en sus aspiraciones de seguir escalando en el ranking de todos los tiempos, reiterar su gran calidad ayudando sus nuevos equipos o simplemente conseguir algunas metas personales.

Mientras Sammy Sosa buscará acercarse a la barrera de los 600 jonrones, el derecho Pedro Martínez estará jugando la última temporada de su actual contrato y Miguel Tejada, Vladimir Guerrero, Bartolo Colón, José Guillén y Miguel Batista tratarán de ayudar a nuevos equipos que le ficharon en la agencia libre.

Al mismo tiempo, Albert Pujols, de los Cardenales de San Luis, estará jugando su primera temporada como miembro del exclusivo club de jugadores que poseen contratos de 100 o más millones de dólares.

El cabecilla de esa aristocracia es el ahora antesalista Alex Rodríguez, quien fue transferido por los Rangers de Texas junto a su sueldo de 25 millones de dólares anuales a los poderosos Yanquis de New York, renombrados como «El Imperio del Mal» por un ejecutivo de los Medias Rojas de Boston.

Rodríguez, nacido en New York pero de padres dominicanos, es considerado por los especialistas como el mejor jugador del béisbol.

Con 28 años de edad ha pegado 345 cuadrangulares y ganado un título de bateo, tres de jonrones, dos Guantes de Oro y un premio de Jugador Más Valioso.

Ahora que jugará hasta el 2010 con el conjunto más emblemático del deporte rey, A Rod podría comenzar a coleccionar sus primeros anillos de campeones.

Para obtener a Rodríguez, los Yanquis se desprendieron del intermedista Alfonso Soriano, quien en dos ocasiones ha estado cerca de lograr el 40 40 (jonrones y robos). Soriano tiene el talento, y las muñecas, para convertirse en el próximo Sosa de las Grandes Ligas.

Sosa, quien ha pegado 332 de sus 539 cuadrangulares en las últimas seis temporadas, necesitaría 61 jonrones para convertirse en el quinto jugador con 600. La hazaña no es bien difícil, por no decir imposible, para cualquier otro jugador.

Pero no para Sosa, quien ya tiene tres temporadas de 60 jonrones, y promedia 55 por año en las últimas seis temporadas.

Independientemente de que tan cerca de los 600 llegue, Sosa, quien comenzará como el décimo mejor jonronero de la historia, casi seguro dejará en el camino a Mike Schmidt (543), Reggie Jackson (563) y Harmon Killebrew (573). Con 47 jonrones también superará a Mark McGwire (583) y Frank Robinson (586),

sexto y quinto en la lista.

Martínez, quien ha ganado tres premios Cy Young, nunca ha probado la agencia libre, pero ya advirtió a los Medias Rojas que solamente negociará una extensión de contrato durante los entrenamientos primaverales.

Después que arranque la temporada «El imperio de los ingenuos» corre el peligro de perder a su mejor lanzador, lo que sería un gran revés. Que el rey George Steinbrenner lo haga prisionero para ponerle un uniforme rayado, sería lo peor para Boston.

Tejada, de los Orioles de Baltimore; Guerrero, Colón y Guillén, de los Angelinos de Anaheim, son considerados piezas claves en sus nuevas organizaciones.

Tejada (72 millones por seis años), Guerrero (70 millones por cinco años) y Colón (51 millones por cuatro años) consiguieron los mejores contratos entre todos los agentes libres que hubo disponible en el mercado.

El intermedista Luis Castillo, quien firmó por 16 millones y cuatro años para seguir con Florida; Batista (13.1 millones por tres años con Toronto) y Guillén (seis millones por dos temporadas) también consiguieron un buen dinero en el receso.

Sin embargo, fue Pujols, quien recibió una extensión de siete años y 100 millones de dólares de San Luis, que firmó el mejor acuerdo desde que finalizó la temporada del 2003.

Pujols, quien ha tenido los mejores tres primeros años de cualquier jugador de todos los tiempos en las ligas mayores, se convirtió en el noveno jugador de 100 o más millones y el segundo que lo consigue antes de convertirse en agente libre.

Un caso especial será el del jardinero Manny Ramírez, quien se vio envuelto en muchos posibles movimientos de los Medias Rojas, pero que seguirá jugando en Fenway Park, al menos por una temporada más.

Ramírez, el otro jugador además de A Rod que gana 20 millones anuales, fue colocado en lista de waivers por Boston para probar si algún equipo estaba interesado en su bate y su salario.

Después que nadie lo seleccionó, Boston trató de enviarlo a Texas por Rodríguez, lo que también fracasó.

Ramírez podría verse impulsado por esos hechos para tener la mejor temporada de su carrera o por el contrario, podría convertirse en el peor dolor de cabeza de la directiva de los Medias Rojas.

Estos son solamente algunos ejemplos de un amplio repertorio de dominicanos que militan en la gran carpa.

Alrededor de un centenar de peloteros nativos o descendientes de República Dominicana jugarán en la próxima temporada. Se espera un largo incremento en la lista de quisqueyanos que han accionado en el mejor béisbol del planeta y que suman 361 hasta la campaña del 2003.

Con sus 48,440 kilómetros cuadrados de territorio, Dominicana ha producido un pelotero por cada 134 kilómetros, el mejor porcentaje para cualquier país extranjero.

De hecho, solamente siete estados norteamericanos (California, Pennsylvania, New York, Illinois, Texas, Mississippi y Michigan) han producido más peloteros que República Dominicana para las ligas mayores.