Caracas.- La temporada 2015-2016 de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) pasó octubre dejando un balance parejo en el desempeño de siete de los ocho equipos en liza y figuras como Dixon Machado y el cubano Rangel Ravelo.
Pero la crisis económica de Venezuela afecta la asistencia de público a los estadios, por el alto costo de los boletos, y la posible contratación de jugadores grandesligas venezolanos debido al diferencial cambiario del bolívar frente al dólar.
Los peloteros más destacados, tras los primeros 20 juegos, han sido el campocorto de los Leones del Caracas, Machado; el primera base de los Cardenales de Lara, Ravelo; el lanzador dominicano de los Tiburones de La Guaira Alexis Candelario; y el cerrador cubano de los Navegantes del Magallanes Hassan Pena.
Ravelo encabeza en este momento los principales renglones ofensivos del torneo, siendo líder en promedio al bate con .510, cinco jonrones -igualado con Alex Cabrera- y 21 carreras impulsadas.
Con esas tres estadísticas, el toletero cubano de 23 años, ostenta lo que se conoce como la triple corona de bateo. Sin embargo, aún falta más de la mitad del calendario del torneo y el prospecto de Oakland en el béisbol estadounidense estará inactivo unos días tras lesionarse el pasado sábado.
Machado es el segundo bateador más en forma de este inicio de la LVBP, es quinto en promedio con .360, primero en carreras anotadas con 18, quinto en cuadrangulares con cuatro e impulsadas con 13. Candelario es segundo en efectividad entre los lanzadores con 1.04, y a pesar de que solo suma dos victorias en cinco salidas, su labor ha trascendido los cinco episodios, en un campeonato en el que los abridores rara vez superan ese margen.
El cerrador Pena es el líder de la clasificación en juegos salvados con nueve, logrados en 10 oportunidades. Luce con distancia de sus principales competidores en el renglón. En cuanto a los equipos, salvo Bravos de Margarita, hundido en el sótano de la tabla, el resto se encuentra muy parejo en los puestos de clasificación con diferencia máxima de un juego y medio.
La constante en el inicio de la LVBP ha sido el equilibrio competitivo mostrado por Tiburones; Leones; Navegantes; Tigres; Caribes; Cardenales y Águilas, quienes luchan por finalizar en la cima de la primera fase del campeonato que termina en 15 días, y que aseguraría la clasificación a la postemporada. El actual formato contempla dos fases en una ronda de todos contra todos para acceder a una etapa de eliminación directa.
La situación deportiva de la Liga contrasta con la baja asistencia de aficionados a los estadios, producto del valor de las entradas, que para los venezolanos resulta elevado debido a la crisis económica que experimenta el país.
El presidente de la LVBP, Oscar Prieto Párraga, dijo a Efe que aún no manejan cifras oficiales de asistencia “pero a simple vista pudiera ser de un 20 por ciento menos” que en temporadas anteriores, aunque aseguró que las plazas de Barquisimeto y Margarita tiene un comportamiento distinto.
El presidente de los Leones, Luis Ávila, reconocía hace días según publicó el diario El Nacional, que en el caso de su equipo hay un 30 por ciento de reducción en taquilla. El boleto más económico tiene un costo aproximado de 400 bolívares (63 dólares al cambio oficial más bajo, 2 dólares al más alto), mientras que el más costoso rondaría los 1.600 bolívares (254 dólares, 8 dólares).
El control de cambio establecido en Venezuela también restringe a los equipos para la contratación de grandesligas venezolanos que aspiran percibir un salario competitivo con el mercado en dólares. Si bien algunos jugadores de las Grandes Ligas en Estados Unidos han aceptado la condición de recibir una remuneración en bolívares, otros declinan la invitación.
El diferencial cambiario producido por las cifras del mercado especulativo genera un contraste con lo que cobran los peloteros extranjeros, que ganan en dólares.
La LVBP cancela los salarios de los peloteros foráneos en moneda extranjera con las divisas preferenciales que le entrega el Gobierno venezolano a través del Ministerio del Deporte, a una tasa de cambio de 6,30 bolívares por dólar.