Pelótica: Práctica No. 3. El “ampalla” en contra

Pelótica: Práctica No. 3. El “ampalla” en contra

Eusebio Rivera Almodóvar

En el presente ejercicio de la ciencia que combina la pelota con la política, hablaremos sobre la correlación estatal de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, planteando que cuando uno de los tres se disloca, los dos restantes actúan como árbitro (“umpire” en inglés) y tratan de que se recupere la institucionalidad. Lo habitual es que el Poder Judicial sea quien ejerza más frecuentemente el papel de árbitro. En nuestra pelota los ampallas (dominicanismo por umpire) por fortuna o por desgracia, son piezas claves en el curso y definición de numerosos partidos y los fanáticos disolvemos nuestra indignación atribuyendo, con benevolencia, sus pifias, a la falta de entrenamiento especializado. Simple: No es lo mismo decretar una bola por un “strike” o viceversa a un bateador con juego empatado, las bases llenas y dos fuera (outs) en la novena entrada y conteo de 3 bolas y 2 strikes, que en una primera entrada con 1 out y sin nadie en las bases. Si un ampalla canta 1 strike que evidentemente fue bola, el bateador se presiona y trata de batear cualquier cosa y se poncha más fácilmente; si es lo contrario, la presión la coge el lanzador y tira por el centro y pueden darle un cuadrangular.
Las pifias del Poder Judicial afectan tanto al bateador (ejecutivo) como al lanzador (legislativo) y los fanáticos (el pueblo) asisten a un espectáculo de mal gusto, engañoso por demás, que poco a poco va menguando la asistencia a los estadios (elecciones) debilitando la democracia (todos las disciplinas deportivas) y ratificando el calificativo balagueriano a nuestra Constitución (pedazo de papel). El mejor ejemplo: Zapete.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas