MEXICO. AFP- El presidente mexicano Enrique Peña Nieto presentó ayer una reforma fiscal que contempla la creación de una pensión universal y seguridad social universal y un seguro de desempleo temporal, a través de una recaudación más «justa y simple».
La iniciativa, enviada previamente al Congreso, no grava alimentos de la canasta básica y medicinas con IVA (Impuesto al Valor Agregado), una medida que temían sectores de la izquierda de México, un país donde el 45,5% de sus 118 millones de habitantes viven en la pobreza.
«Pagarán más los que ganan más y también tendrán mayores beneficios los que menos tienen», dijo Peña Nieto en la residencia oficial de Los Pinos, acompañado de los presidentes de los principales partidos políticos que suscribieron en diciembre pasado el Pacto por México, un acuerdo para acelerar y aprobar reformas estructurales.
«Es una reforma social y simple. Con ella se propone incluir una pensión universal y un seguro de desempleo para los trabajadores formales y tiene como propósito transitar de la seguridad social como un derecho social a la seguridad social como un derecho humano», añadió Peña Nieto.
El presidente insistió en que la reforma toma en cuenta que la economía mexicana, la segunda en América Latina, no ha tenido el crecimiento esperado. El gobierno esperaba un crecimiento para este año de 3,5%, pero después ha ido rebajando su pronóstico hasta 1,8%. La iniciativa «dará sustento financiero a la reforma educativa recientemente aprobada», añadió Peña Nieto.