Penbiang Sang, cansado de que los Premios Casandra lo ignoren

Penbiang  Sang, cansado de que los Premios Casandra lo ignoren

Pengbian V. Sang es un chino de Santiago cuya vida ha estado signada por la academia. Se licenció en ciencias sociales y luego egresó Magna Cum Laude de la famosa escuela donde estudió Juan Luis Guerra y donde Michel Camilo imparte cátedras. Tranquila y pacientemente ha estado trabajando en lo que es la música de muchos comerciales que escuchamos tanto en la radio como en la televisión. Nos ha puesto a cantar –y a veces a llorar con los acordes tiernos, a veces melosos y algunos desgarradores con que ha arreglado la música de hermosas canciones en las voces de D´Oleo, Pavel Núñez, Claudine Bonó o Frank Ceara o inclusive otras más movidas en tiempo de salsa, rap o merenhouse.

El único profesional que ha hecho la música incidental de tres películas dominicanas es Penbiang Sang. Y, sin embargo, no ha sido su trabajo reconocido por su calidad e importancia, sino sometido a un escrutinio donde él piensa que vale más la cantidad, las ventas y la popularidad que la trascendencia y la creatividad…

[b]¿AQUÍ SE PREMIA CALIDAD O CANTIDAD?[/b]

Penbiang Sang es un músico dominicano con ascendencia china que se ha pasado la vida trabajando en lo que le gusta. Tiene su propio estudio de grabación, es arreglista, compositor y probablemente el único músico dominicano que ha creado la música de tres películas para el cine.

Fue él y no otro el que creó todo la música de “Nueba Yol: Por fin llegó Balbuena”, su secuela y “Perico Ripiao”, o sea todas las películas del cineasta Angel Muñiz. Fue él el que arregló y produjo uno de los discos más exitosos de los últimos años “Soy como Soy”, de Félix D´Oleo y quien se ha mantenido por mucho tiempo haciendo jingles y participando en los arreglos musicales de muchos artistas dominicanos.

El Chino, como le dice Angel Muñiz es un santiaguero de pura cepa, es probablemente de su condición de cibaeño de donde sacó la pasión y el romanticismo que resalta en sus producciones, pero estas condiciones no niegan una notable paciencia, herencia ancestral de sus padres orientales.

Esta paciencia es la que lo ha hecho callar durante los últimos 7 años en que ha visto como su trabajo no es respetado y tomado en cuenta a la hora de reconocerlo o premiarlo en el mismo apartado que otros músicos que hacen su mismo oficio.

Pero, este año se ha sentido retado por las circunstancia en que su nombre queda fuera del renglón de los que optan para convertirse en arreglistas o compositores de los Premios Casandra.

Fue llamado por la secretaria de Acroarte quien le pidió que enviara una carpeta con lo que había sido su labor el año pasado para ser considerado para las nominaciones de los Premios Casandra. Confiesa que no es muy dado a estas cosas, pero que envió la carpeta.

[b]SUS TRABAJOS EN EL 2003[/b]

“Compositor y orquestador de la música incidental de la película Perico Ripiao, del cineasta dominicano Angel Muñiz. Noviembre 2003”

“Arreglista y director musical de la representación dominicana en el primer Festival de la canción Latinautor de Punta del Este, en Uruguay. Acompañando a Frank Ceara. Septiembre 2003. “Arreglista y director musical de la representación dominicana en el XLIV Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, en Chile. Acompañando a Audrey Campos. Febrero 2003.

Arreglista y productor de 10 canciones de las 11 que conformaron el disco de los artistas dominicanos Frank Ceara y Audrey Campos. Lanzado en diciembre del 2002 y con repercusión en el 2003”.

Arreglista y Compositor de tres canciones del álbum Dominicanos Siempre de la cantante dominicana Claudine Bonó”.

“Compositor y arreglista de numerosos comerciales para radio y televisión de varias instituciones y productos”.

[b]¿CANTIDAD O CALIDAD?[/b]

Cuando Penbiang leyó en el periódico los artistas nominados a los Premios Casandra no encontró su nombre en el listado. No quiso hablar al otro día de ello ni a los pocos días, porque no tenía la intención de que pareciera que estaba buscando ser incluido.

Por eso me llamó unos semanas después confiado en que sus palabras no fueran tergiversadas para conversar sobre ello y aduciendo el desagrado que le produce ser constantemente ignorado por Acroarte.

“Se me rebozó la copa de la paciencia con el Casandra”, confiesa a la vez que pide se aclaren los criterios bajo los que se nominan.

Aunque no pretende cuestionar las nominaciones, ya que es de los que piensa que son los que están nominados los que deben hacerlo: “yo no cuestiono individualmente a cada uno de los nominados en la categoría de arreglista. Cada uno de ellos debe cuestionarse a sí mismo de si deben o no estar ahí”.

MC: ¿Hay alguna diferencia entre ser arreglista y orquestador?

Penbiang: “No hay mucha diferencia entre uno y otro”.

Subraya que no se puede poner en la misma categoría a aquel que dice un “tiririri” que a Ramón Orlando o Manuel Tejada. “El hecho de que yo salga dirigiendo una orquesta no quiere decir que yo haya orquestado esa música”.

Expresa que no puede ser lo mismo un orquestador que trabaja de oído y que ahora es peor porque “la computadora hace que cualquiera parezca arreglista”. Se pregunta si lo que se nomina es la cantidad de trabajo o la calidad de trabajo. Recuerda que cuando “D´Oleo ganó con ´Soy como soy´ como producción del año, a mi no me nominaron como arreglista, probablemente porque era lo único que había hecho”.

En ese mismo apartado se encuentra, me dice, Rafa Payán arreglista y productor de los temas paso a paso de Pavel a quien tampoco “lo nominaron nunca por este disco de Pavel”.

Entonces, llega a la conclusión de que “el criterio que se usa es de cantidad, no de calidad. Eso es lo que yo supongo”.

“¿Qué se nomina. El mejor merengue o el que más vendió?”, se pregunta para concluir que si es el que más vendió las nominaciones no tendrían ningún tipo de aporte a la música dominicana.

“El aspecto creativo no se pondera, sino ¿quién hizo más”. En su caso recuerda fue nominado por la música de “Nueba Yol: Por fin llegó Balbuena. No gané, pero me sentí bien porque tomaron en cuenta mi trabajo”.

Entre otras cosas, Penbiang Sang no entiende las razones por las cuales los artistas tienen que proponerse “los directores no son los que proponen sus películas… aquí como que es al reves”.

El Chino dominicano se las trae está evidentemente molesto y en desacuerdo con muchas cosas, pero las defiende con un criterio personal que merece respeto.

Nosotros hablamos de otros temas relacionados con nuestra música, volveremos con Penbiang Sang, antes de que dejen de sonar estos petardos…

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