Washington. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró que los medios de comunicación son el “enemigo del pueblo”, pero los miembros de su gobierno están dispuestos a bromear con periodistas e incluso a reírse de sí mismos, una respetada tradición en Washington.
El vicepresidente Mike Pence fue el invitado de honor el sábado en la 132da cena anual del Club y Fundación Gridiron, un acto de etiqueta con interpretaciones, canciones y discursos.
El dirigente señaló que la cena era un “alegre descanso” de la actividad política y pronunció varias bromas, incluyendo una sobre el polémico anuncio del ganador del Oscar a la Mejor Película la semana pasada.
“No veíamos tantos progresistas de Hollywood sorprendidos desde el 8 de noviembre”, dijo Pence recordando el triunfo electoral de Trump.
Trump no asistió a la cena, pasó el fin de semana en su finca de Florida. Durante más de un siglo, todos los presidentes estuvieron presentes en la cena al menos en una ocasión.
Aunque la mayoría de los chistes de Pence fueron a su costa, criticó a los periodistas por lo que consideró una cobertura injusta de las noticias, lo que pareció reflejar la opinión de su jefe, diciendo “todos tenemos que hacerlo mejor”.
La mayor parte de la velada, sin embargo, discurrió en un buen ambiente y con bromas sobre Hillary Clinton, las filtraciones en la Casa Blanca y la cuestión de la supuesta interferencia de Rusia en los comicios presidenciales.
La líder de la minoría en la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, quien fue además la principal representante de su partido en la cena, dijo “no me quiten mi Medicare” durante una representación sobre el escenario principal.