Penetración salina en áreas costeras obstaculiza los sistemas de agua

Penetración salina en áreas costeras obstaculiza los sistemas de agua

POR ODALIS MEJÍA
La penetración agua salada de la zona costera a las aguas subterráneas limita e impide el aprovechamiento de ese recurso para el desarrollo de acueductos en Boca Chica, San Pedro, La Romana y el sur de Higüey, de acuerdo con un estudio de la subsecretaría de Recursos Costeros de la secretaría de Medio Ambiente.

Esta cartera, ante esa situación, está exigiendo a la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) demostrar la factibilidad del acueducto que se pretende instalar usando las aguas subterráneas en las áreas de influencia de los ríos Brujuelas y Casuí.

La subsecretaría de Suelos y Aguas advierte que “no debe permitirse ninguna inversión antes de producir evidencia científica convincente de que nada malo ocurrirá”.

“Un escenario conservador y de predicción muy burda, parece indicar que esta extensión no es factible. La CAASD tendrá que demostrar lo contrario,” señaló el informe.

Agregó que tomando en consideración la situación del agua subterránea en la Planicie Costera Oriental, entre Santo Domingo e Higüey, cualquier desarrollo adicional necesita ser planeado con extremo cuidado y apoyado con monitoreo y observaciones.

Dentro de  cinco años, prevé la CAASD, en estas zonas se espera un incremento de la demanda de entre 518 y 635 litros por segundo. La CAASD pretende desarrollar otros 1,000 litros por segundo a partir de los pozos para el acueducto Brujuelas-Casuí que ahora construye.

La previsión de la CAASD es de que en 15 años en Boca Chica, entre Andrés, el aeropuerto y La Ureña se necesitará un metro cúbico de agua por segundo.

Para tener una idea de esta demanda se debe tomar en cuenta que el acueducto de Valdesia suministra a Santo Domingo 6.5 metros cúbicos de agua por segundo.

“Tal incremento en el uso de agua subterránea ocasionará una presión sobre los acuíferos que puede llevar a una expansión de la intrusión salina”, se indicó.

Advierte que una tasa de bombeo para un pozo no debe exceder los 20 litros por segundo para que no provoque la intrusión salina. Sin embargo, se requiere de la perforación de 200 pozos para satisfacer la demanda de la CAASD y los centros turísticos, esparcidos entre Santo Domingo y Juan Dolio.

Advierte que es preocupante la situación de equilibrio entre la presión de agua dulce en el subsuelo y la del agua marina.

Determinó que cerca de La Catalina el nivel de las aguas del subsuelo es de 30 metros por debajo del nivel del mar a una profundidad de unos 70 metros por debajo del nivel del suelo.

“Con niveles de agua subterránea a medio metro por encima del nivel del mar, es casi cierto que los niveles de  aguas por bombeos están bajo los niveles del mar. Esto significa que el deterioro de la calidad de agua es inevitable,” se planteó.

El pozo de La Joya, indicó, tuvo incremento de la salinidad. El fondo de los pozos de la CAASD están justo encima del nivel del mar por lo que la presencia de agua salobre en la Planicie Costera Oriental es un hecho y no una eventual posibilidad.

POZOS CONTAMINADOS

Además la subsecretaría de Suelos y Aguas determinó la contaminación de pozos por bacterias de Echerichia coli y pseudomona en las márgenes del río Ozama.

La fuente de esta contaminación, indicó, es conocida, pero que la cura es difícil de aplicar sin regulaciones legales, ya que “si continúa sin control existe un peligro real de una gran parte del acuífero productivo se pierda”.

Sostiene que la presencia de bacterias en el agua subterránea en las márgenes del Ozama debe ser atendida, advirtiendo “que si la situación no se mejora y el agua subterránea protegida de la contaminación de los sépticos y otros sistemas de disposición de aguas servidas, los acuíferos pueden volverse completamente inútiles”.

Se estima que cada año más de 1,000 pozos son perforados en el país.

RECOMENDACIONES

La subsecretaría de Suelo y Aguas establece que los principales involucrados en el tema de aguas subterráneas, tales como la CAASD y el Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillado (INAPA), deben ser los principales responsables del aprovechamiento sostenibles del agua subterránea.

Ante la situación de las aguas del subsuelo,  plantea la necesidad de mantener una franja de agua subterránea encima del nivel del mar para controlar la intrusión salina, sobre todo en la Planicie Costera Oriental.

En esta zona los principales centros de extracción de agua son los pozos de la CAASD en las comunidades La Joya y La Catalina (Santo Domingo) y del INAPA en los campos de San Pedro de Macorís y La Romana.

Se recomienda también desarrollar seminarios y talleres para educar al público en general sobre las necesidades de manejar la demanda de agua cuando el suministro es limitado.

ACCIONES

Ante la magnitud del problema de las aguas subterráneas de la región este, la Secretaría de Medio Ambiente ha iniciado una serie de contactos y reuniones con inversionistas de la zona para una campaña sobre la necesidad de conservación y manejo del recurso agua potable.

El ingeniero Luis Espinosa, director de Cuencas Hidrográficas, dijo además que se gestiona la adquisición de laboratorios de móviles para la toma de muestras y ampliar las investigaciones en torno a la situación de las aguas dulces de la región.

Señala que se está regulando la entrega de permisos o licencias para la apertura de pozos, de acuerdo a las  normas y regulaciones de aguas subterráneas que deben ser observadas para garantizar la sostenibilidad de ese recurso.

Dice que el procedimiento de permisos debe ser específico para las zonas costeras, en las que el agua subterránea debe ser protegida de la intrusión salina

En cuanto a los pozos contaminados, apunta que se ha recomendado un estudio para enfrentar  prácticas de disposición de desperdicios domésticos, que muchas veces son colocados cerca de los ríos.

Además, se ha dispuesto  monitoreo de bacterias y de nitrógeno, tras sugerir que la CAASD presente sus plantes de protección del agua subterránea que bombea en la actualidad sus campos de pozos.

Espinosa platea también que la Subsecretaría de Suelos y Aguas necesita ser fortalecida para alcanzar el nivel de competencia requerida para asumir el rol actual del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI).

“El fortalecimiento implica la diversificación del personal profesional para incluir hidrogeólogos, hidrogeoquímicos, biólogos, especialistas en sistema de información geográficos, además de ingenieros civiles, meteorólogos, además de proveerla de equipos computarizados modernos y programas actualizados”, explica.

CAMPOS DE GOLF

Asimismo se advierte que otro factor que afecta la calidad de las aguas subterráneas del este del país es el desarrollo de campos de golf, los cuales tiene un gran consumo de agua y un  uso excesivo de fertilizantes y plaguicidas.

El informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) indicó que en el 2004 en el país existían 24 campos de golf que consumían en promedio de 220,800 kilogramos de fertilizantes por mes, que representa unos 2,649,600 kilogramos anualmente. Estos fertilizantes se cuelan a las corrientes de agua subterránea y se depositan en los arrecifes de coral, se explicó.

Un campo de golf de 18 hoyos, se explicó, para mantener el verdor necesita entre 150,000 a 550,000 metros cúbicos de agua por año. “Para  República Dominicana, tomando en cuenta el clima y la ubicación de los principales campos, se podría estimar un consumo de 350,000 metros cúbicos por campo. Así los 24 campos de golf demandarían alrededor de ocho millones de metros cúbicos de agua por año. Este volumen corresponde al doble del consumo industrial”, señala el informe del PNUD.

Advierte que los acuíferos calizos costeros están sobreexplotados y la intrusión de agua marina llega a 20 y 50 kilómetros hacia el interior. Los acuíferos calizos apenas contienen el 4% de las reservas de aguas subterráneas y las actividades humanas desde Santo Domingo hasta La Romana y Punta Cana, dependen en gran medida de éstos.

“Así, por ejemplo, alrededor del 30% del agua que se suministra a Santo Domingo proviene de fuentes subterráneas”, indica el informe del PNUD.

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