Cada 27 de febrero, con el pecho henchido de patriotismo, elevamos la voz y recordamos la Independencia Nacional en uno de esos gestos de ocasión que parecieran hacernos más dominicanos simplemente por lo que hablamos.

Hoy, sin embargo, rescataremos aún más nuestro discurso atrincherado. Hay que defender lo nuestro, a costa de lo que sea, porque el vecino acecha y nos requiere robar lo nuestro. El nacionalismo rancio, que emana del miedo que nos inculcan, hablará por nosotros.

Mientras eso sucede y libramos una férrea batalla contra el “Tomemos Nuestro Territorio (TNT)” que ahora le quita el sueño hasta al ministro de Defensa, nos darán la estocada de la esclavista reforma del Código Laboral. Pero, ¿qué importa el salario de los trabajadores cuando RD se juega su expulsión de la tierra prometida y se deja vencer por una campaña cristiana que han vestido de atentado a la soberanía?

Da pena que ocupemos tanto tiempo y esfuerzo en buscar y rechazar conspiraciones inexistentes en lugar de pelear por lo que de verdad está sucediendo: el Gobierno, complaciendo a los empresarios, nos va a joder la vida.

Basta con buscar qué significa TNT en internet para descubrir que hay ministerios de diversas iglesias con ese nombre. Están en Argentina, El Salvador, Estados Unidos… y buscan recuperar el territorio de Cristo, que está en manos de Satanás. Por ello, es irresponsable que el ministro de Defensa, Sigfrido Pared Pérez, diga que aquí hay otro tipo de TNT tras haber recibido una denuncia, a todas luces interesada, antes de cerciorarse de qué se trata todo esto.