El Presidente Danilo Medina ha generado la expectativa de que quiere hacer una gestión moralizante. Ha tomado medidas que apuntan en esa dirección. Aprovechamos esa premisa para sugerirle, con el respeto que merece su investidura, que designe una comisión para que investigue hasta los mínimos detalles y circunstancias de todas las pensiones privilegiadas otorgadas y auto otorgadas en los últimos diez años, en beneficio de funcionarios de instituciones y organismos centralizados, descentralizados y autónomos del Estado.
Aquí abundan los casos de gente que gastó su juventud trabajando para empresas y organismos del Estado y que languidecen esperando una pensión que se les regatea de manera lamentable. Es una ofensa grosera que, en cambio, haya servidores públicos que gocen el privilegio de exprimir el erario asignándose pensiones enormes. Parte de los déficit de nuestra economía se deben a fugas de esa naturaleza.
Las pensiones privilegiadas en el Estado son una forma pecaminosa de enriquecimiento. Hay casos en que los beneficiarios han promovido la modificación de reglamentos administrativos para hacerse elegibles para este beneficio. La moralización de la gestión pública tiene que hacerse realidad a como dé lugar. El país merece conocer en sus detalles las circunstancias en que se han otorgados estos privilegios que ofenden.
Excesos que hay que eliminar
La jefatura de la Policía ha tomado medidas en relación con el trato brutal que agentes de esa institución dispensaron a una manifestación pacífica en la carretera que comunica Cotuí con Maimón, con un balance de decenas de heridos de perdigones y balas. Uno de los heridos estaba grave anoche. Una comisión de la institución investiga el caso, un capitán ha sido sometido a la justicia civil y el comandante policial de la plaza fue removido del cargo por falta de autoridad.
A pesar de las sanciones y la investigación del incidente, el hecho demuestra que todavía hay policías aferrados al esquema de la brutalidad y que agregan leña al fuego en vez de apagarlo. La protesta era contra la firma Barrick Gold, pero la actuación de los policías añadió un motivo adicional a los manifestantes. Es necesario que la preservación del orden se logre con métodos civilizados.