Pentágono admite capacidad de insurgentes a raíz ola de ataques

 Pentágono admite capacidad de insurgentes a raíz ola de ataques

De los servicios de HOY
 Washington, 3 ago (EFE).- El Departamento de Defensa de EEUU reconoció hoy, tras la última ola de atentados en Irak que se ha cobrado la vida de 38 soldados en diez días, que los insurgentes mantienen su capacidad de actuación y saben adaptarse, mientras, un alto general estadounidense dijo que “los insurgentes en Irak están usando bombas más poderosas, capaces de atravesar unidades blindadas”.

  

   «Son peligrosos y ciertamente tienen capacidad» de actuar y adaptarse a las circunstancias, dijo en rueda de prensa Carter Ham, general de brigada y director adjunto de operaciones de la Junta de Jefes del Estado Mayor de EEUU.

  

Poco después de que esta mañana se confirmara que las últimas víctimas de la insurgencia son catorce marines estadounidenses, el presidente de EEUU, George W. Bush, aseguró hoy que la mejor forma de honrar su muerte es completar la misión en Irak, descartando sí la posibilidad de una retirada de tropas de ese país.

   «Estamos en guerra. Nos enfrentamos a un enemigo implacable», afirmó Bush en un discurso en Grapevine (Texas), en el que dijo que si se fija un calendario para la retirada de tropas, los insurgentes ajustarán sus tácticas a la nueva situación.

   Desafortunadamente, EEUU y las fuerzas de la coalición combaten frente a un enemigo que el general Ham calificó de «muy letal» y «adaptable».

   El general explicó que el ataque de esta mañana, en el que murieron catorce soldados, se produjo cerca de Hadiza, al explotar una bomba al paso de un vehículo anfibio de la Infantería de Marina, que realizaba una patrulla.

   «Las informaciones iniciales indican que quince personas murieron en el ataque, catorce marines estadounidenses y un intérprete», prosiguió el militar.

   A este trágico balance hay que añadir la muerte de otros siete marines el pasado lunes en otro ataque en la misma zona y la del periodista, también estadounidense, Steven Vincent, cuyo cadáver fue encontrado en la ciudad de Basora, al sur de Irak, donde había sido secuestrado.

   Desde Bagdad, la organización «Ansar Al Sunna», vinculada a la red terrorista Al Qaeda, anunció hoy la captura de un infante de marina estadounidense en las inmediaciones de Hadiza, aunque el Pentágono ha desmentido esta información.

   No se ha constatado la ausencia de ningún efectivo, según el general, quien además precisó que «no tenemos ninguna indicación» de que algunos de los cadáveres de los soldados estadounidenses que se han recuperado estuviesen mutilados o decapitados.

   A raíz de los últimos acontecimientos, el general Ham ha admitido que los rebeldes mantienen cierta capacidad pero, en su opinión, no se puede decir que puedan operar libremente.

   Es importante, añadió, situar la última escalada de violencia en un contexto más amplio y no perder de vista que las fuerzas de la coalición están desarrollando una serie de operaciones simultáneas en varias localidades a lo largo del río Eufrates desde las que operaban los rebeldes.

   En muchas de esas localidades, la insurgencia ya no goza de una completa libertad de movimientos gracias a esa operación, que tiene como objetivo prioritario eliminar cualquier «refugio seguro» para los rebeldes, añadió.

   Hadiza, considerada uno de los bastiones de los insurgente está ubicada a unos 220 kilómetros al noroeste de Bagdad, cerca de la frontera con Siria, en plena provincia de Al Anbar, en la que esta lunes murieron otros siete marines.

   Al ser preguntado sobre la posibilidad de que se incrementen los efectivos estadounidenses en la zona debido a la escalada de violencia, Ham dijo desconocer si va a haber o no cambios en la operación que actualmente está en marcha.

   En la misma rueda de prensa, el portavoz del Pentágono, Larry Di Rita, recordó que, a medida que se acerca alguna fecha importante para la conclusión de objetivos políticos en Irak, se incrementa la violencia.

   En este caso, el acontecimiento más próximo es la presentación de la borrador de la Constitución iraquí prevista para el próximo 15 de agosto.

   En total, actualmente son unos 138.000 los soldados de EEUU que permanecen en Irak.

   Desde que en marzo de 2003 comenzó la invasión y posterior ocupación del país, más de 1.800 efectivos estadounidenses han perdido la vida en territorio iraquí en acciones de combate.

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