Pentágono desmiente haya conversaciones directas con insurgentes

Pentágono desmiente haya conversaciones directas con insurgentes

Por Jorge A. Bañales
Washington, 27 jun (EFE).- Estados Unidos no ha mantenido todavía contactos directos con jefes insurgentes en Irak, aunque sí con líderes suníes, dijo hoy el jefe de la Fuerza Multinacional en Irak, el general George Casey.

«Tenemos conversaciones con dirigentes suníes, algunos de los cuales dicen que tienen cierta influencia con grupos insurgentes», explicó Casey en una conferencia de prensa en el Pentágono, pero «hasta ahora -dijo- no ha habido diálogo con los insurgentes».

El general Casey expresó también hoy, en declaraciones a la cadena de televisión ABC, su convicción de que el conclifcto, en todo caso, «se resolverá mediante la negociación» y «no en el campo de batalla».

Por su parte, el jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, afirmó que «a los rebeldes en Irak los derrotarán el pueblo y el Gobierno iraquí, no Estados Unidos y sus aliados».

El anuncio de las conversaciones en Irak, avanzado este domingo por la prensa británica, fue confirmado hoy por el Gobierno de Londres y por la Organización de Ulemas de Irak (OUI), la más importante institución religiosa suní del país.

Los contactos han tenido lugar entre «algunas facciones de la insurgencia, y militares y civiles norteamericanos, pero de manera indirecta, a través de la mediación de políticos árabes suníes», según dijo a EFE Muzana Harez al Dary, el portavoz oficial de la OUI.

En las últimas dos semanas el presidente de EEUU, George W. Bush, el jefe del Pentágono y varios mandos militares han respondido a la merma del apoyo popular a la guerra afirmando, simultáneamente, que la campaña en Irak está logrando progresos, aunque será prolongada.

El vicepresidente, Dick Cheney, afirmó en mayo pasado que «la insurgencia está en sus últimos estertores», pero los mandos militares han advertido que la insurgencia mantiene su fuerza y que la presencia militar estadounidense en Irak puede durar muchos años.

«La misión de (las fuerzas de) la Coalición es crear las condiciones para la paz», añadió Rumsfeld.

El jefe del Pentágono aseguró que «quienes dicen que Estados Unidos está ‘empantanado’ en Irak, que estamos perdiendo la guerra, al parecer deducen que, mientras haya violencia, nosotros vamos perdiendo».

Rumsfeld y Casey señalaron repetidas veces que hay un progreso constante en Irak en la formación de las fuerzas de seguridad locales, el establecimiento de un nuevo gobierno y la participación ciudadana en el proceso político.

«El éxito no se logra reaccionando a los grandes titulares», dijo Rumsfeld. «Los reveses son inevitables, pero la tarea que tenemos en Irak es tan difícil como importante».

Desde el inicio de la guerra, han muerto en Irak ya más de 1.740 soldados estadounidense, y algo más de 13.000 han resultado heridos. A ello se suma hoy el derribo de un helicóptero de ataque estadounidense AH-64 Apache al norte de Bagdad que causó la muerte de sus dos tripulantes.

Casey recordó que mañana, lunes, se cumple un año desde que los invasores transfirieron la autoridad en Irak a un Gobierno interino y dijo que «en lugar de que se preste atención solamente a los hechos violentos, debe hacerse una evaluación también de lo que los terroristas no han logrado».

«Los terroristas no han sido capaces de ampliar y profundizar su apoyo entre la ciudadanía», agregó.

El general, que comanda todas las fuerzas de EEUU y sus aliados en Irak, indicó que le desconcierta un poco la «gran desconexión entre lo que los soldados que están en el terreno perciben como un progreso diario, y lo que la ciudadanía en Estados Unidos aparentemente cree que ocurre».

Casey dijo que en EEUU existe la percepción de que la violencia ha aumentado en los últimos dos meses, pero recalcó que «lo que ocurre es que los terroristas, en lugar de atacar a las fuerzas de la Coalición, atacan a la población civil. Un solo terrorista suicida puede causar muchas muertes y eso llama la atención».

El jefe del Mando Central, el general John Abizaid, declaró este domingo que los rebeldes suman unas 20.000 personas.

Estados Unidos tiene ahora en Irak cerca de 140.000 soldados, más de dos años después de la invasión de ese país. EFE

 

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