Pentágono suspende fotos ataúdes soldados EU

Pentágono suspende fotos ataúdes soldados EU

WASHINGTON (EFE).- El Pentágono suspendió la divulgación de fotografías de los ataúdes en que retornan a EEUU los soldados muertos en Irak, y ayer fue bloqueado el acceso a un sitio de internet que había difundido cientos de esas imágenes.

«Francamente, no queremos que los restos de nuestros soldados que han hecho el sacrificio último sean objeto de algún tipo de atención que no corresponde o no sea digna», declaró el subsecretario adjunto de Defensa para Familia y Comunidad, John Molino.

La polémica sobre la prohibición de las imágenes, ordenada por el Pentágono al comienzo de la invasión a Irak en marzo de 2003, se acentuó esta semana después de que el diario «The Seattle Times» publicó una foto tomada por una empleada de una firma privada estadounidense en Kuwait, quien luego fue despedida.

Maytag Aircraft (una contratista del Pentágono) despidió a Tami Silicio por haber tomado una fotografía de unos 20 ataúdes cubiertos con banderas cuando eran embarcados en un avión con destino a EEUU.

La controversia coincide además con un cambio en la actitud general de los medios de difusión de EEUU, que han empezado a mostrar imágenes más crudas del combate, las muertes y la destrucción en Irak.

El argumento del Pentágono es que el retorno de los restos de los muertos es una situación penosa para las familias, que merece el respeto de la prensa y que no se obtiene beneficio con la divulgación de imágenes.

El brigadier general Mark Kimmitt, subdirector de operaciones de la coalición que ocupa Irak, declaró hoy a la cadena de televisión ABC que la política del Pentágono establece claramente que las primeras personas que tienen derecho a ver a los soldados muertos deben ser sus familiares.

«Yo, por cierto, no quisiera que un ser querido mío sea parte de un espectáculo público antes de que yo haya tenido la oportunidad de verlo y tener mi duelo de manera personal», añadió.

Diarios como «The New York Times» y «The Washington Post» sorprendieron a sus lectores a comienzos de abril cuando publicaron fotografías, a todo color, de los vejámenes a que fueron sometidos los cadáveres de cuatro agentes de seguridad privados de EEUU emboscados y muertos en la ciudad iraquí de Faluya.

Pocos días después, los principales diarios y algunas televisiones difundieron ampliamente otra fotografía en la cual se veía a un soldado de EEUU cargando al hombro la bolsa de plástico negro que contenía el cadáver de un camarada caído en combate.

El senador republicano Lindsey Graham (Carolina del Sur) declaró a la cadena de televisión NBC que la prohibición de publicar esas fotos se justifica por respeto a los muertos y sus familias.

Señaló que lo que ocurre en los cementerios o en la base aérea de Dover (Delaware, noreste), donde son recibidos los ataúdes de los soldados muertos, «no es una ceremonia pública; es un funeral».

El congresista demócrata Jim McDermott (Washington), quien sirvió en la Marina durante el conflicto de Vietnam, recordó que las imágenes de los ataúdes que volvían de aquella guerra tuvieron un efecto muy grande en la opinión pública estadounidense.

«Cuando la gente empezó a ver la realidad de la guerra, y que más de 55.000 personas volvían en bolsas de plástico, empezó a haber más y más oposición a la guerra», según McDermott.

«Aquí no se trata de defender la intimidad familiar. Se trata de impedir que el país vea la realidad de la guerra», denunció.

La semana pasada, Russ Kick, quien opera el sitio en internet «El agujero en la memoria», logró que la Fuerza Aérea le diera cientos de fotografías tomadas en Dover.

Kick obtuvo las imágenes tras reclamarlas al amparo de la Ley de Libertad de Información, y tras la colocación de las fotos en el sitio de internet (www.thememoryhole.org) el Pentágono prohibió la entrega de más imágenes.

La Fuerza Aérea entregó unas 360 fotografías que Kick colocó la semana pasada en su sitio de internet y provocó la irritación del Pentágono, lo cual provocó una difusión aún más amplia de las imágenes y una mayor controversia en torno a ellas.

En llamadas a emisoras de radio y televisión de todo el país, numerosas personas han expresado desde ayer tanto su repudio a la divulgación de las fotos como la sospecha de que la censura del Pentágono apunta a impedir que la opinión pública se vuelque contra la guerra, como ya ocurriera con la de Vietnam.

Los responsables militares «no están muy contentos con la divulgación de las fotos», dijo el coronel John Anderson, portavoz de la base de Dover.

El sitio de Kick en internet permanece hoy bloqueado, sin que se conozcan los motivos.

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