Pepe Mujica en RD y el bulto, allante y movimiento

Pepe Mujica en RD y el bulto, allante y movimiento

Millizen Uribe

Dice un refrán que los pueblos tienen los líderes que se merecen. A raíz de la visita de Pepe Mujica, expresidente uruguayo y actual senador, son varios los dominicanos que han expresado el deseo de que alguna vez la República Dominicana cuente con un mandatario como él.
Se refieren a un presidente sencillo, humilde, no sólo en palabras, imagen, marketing o línea de comunicación gubernamental, sino en los hechos, en cómo vive (casa, vehículo) y, lo más importante: cómo piensa (la política no es para hacerse ricos ni acumular fortunas, sino para servir).
Sin embargo, aunque el refrán indicado arriba siempre me ha chocado porque atribuye a los pueblos un poder de decisión que muchas veces, en realidad, sólo tienen las clases dominantes, ciertamente, en el devenir histórico dominicano los modelos de liderazgo político que han llegado y permanecido más tiempo en el poder, en la mayoría de los casos, son contrarios al de Pepe Mujica.
Esto porque se inscriben en el liderazgo autocrático, que concentra en sí mismo, en su figura, todo el poder y disienten sobremanera del liderazgo democrático, aquel donde el conjunto participa en la toma de decisiones y hay un marcado interés por los demás.
Así sucede desde los tiempos originarios de la fundación de la República, donde las ideas y praxis de Pedro Santana se impusieron sobre las de Juan Pablo Duarte, hasta la contemporaneidad, donde se imponen las de Trujillo y Joaquín Balaguer por encima de las de Juan Bosch y José Francisco Peña Gómez.
En este contexto, sólo queda desear que la presencia física en el país de un líder como Pepe Mujica sirva para oxigenar el ejercicio del poder, remorder las conciencias (si las tienen) de los funcionarios que derrochan y roban los recursos públicos, y de demostrar al pueblo dominicano, a veces tan conformista producto de tantas malas experiencias y decepciones, que hay otros políticos con otras formas. Que otras maneras son posibles.
Ojalá que en el marco de una sociedad del espectáculo, cada vez más superficial y obsesionada con las formas, nunca con el fondo, Pepe Mujica no sea un show más. El “objeto” del momento para los selfies y las notas de prensa, el pretexto para el bulto, allante y movimiento de turno.
Ojalá su voz no clame en el desierto cuando advierte que “A los que les gusta mucho la plata (dinero) hay que correrlos de la política; son un peligro”, sino que sus ideas germinen y florezcan en un país colocado en el mismo trayecto del sol, triste y oprimido, donde a pesar de tanto crecimiento económico todavía hoy día los campesinos no tienen tierras.

Millizen Uribe

Millizen Uribe

Periodista. Editora del Periódico HOY Digital

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