Con sus 83 años, el empresario José Luis Corripio Estrada (Pepin) aseguró que se siente un hombre emprendedor todavía, tras invitar a todos los dominicanos a no desmayar por edad, salud, ni por su posición en la sociedad, y seguir aportando al país lo que se necesita, hombres serios, trabajadores, alejados del mal.
Explicó que una nación, un país, se hace honorable con la presencia de hombres y mujeres que no se amilanen para emprender proyectos y que cuando el éxito les sonría, no se crean que son indispensables, sino que en su haber siempre resplandezca la humildad.
“No hay genialidad alguna en el éxito, este es muy aleatorio, lo que sí se debe tener en cuenta es siempre ser humilde, y que el trabajo sea para progresar honestamente en bien de la familia y la patria.
Tras participar como orador en el Desayuno-Conferencia Empresarial de la Fundación Arquidiocesana Santiago Apóstol (FASA), en su quinto ”Desayuno-Conferencia Empresarial Manuel Arsenio Ureña”, con sus “Experiencias Personales y Empresariales”, el empresario contó parte de las estrategias que han llevado sus empresas al crecimiento.
Manifestó que hay que vivir cada día con sus afanes y experiencias, sin alejarse de lo fundamental y evitando los vicios, el acomodamiento a lo fácil y saber administrarse en la abundancia como en la pobreza.
“Las cosas buenas no vienen solas. Si no salimos a buscarlas, lamentablemente no llegarán. El mundo está lleno de ostentaciones, hay que vivir disfrutando cada día, pero a sabiendas de que podemos vivir teniendo solo lo necesario.
La actividad estuvo encabezada por el Arzobispo Metropolitano de Santiago, Monseñor Freddy Antonio de Jesús Bretón Martínez, quien dirigió el saludo y la invocación inicial de esta actividad.
Así mismo hizo entrega de un cuadro con la imagen conmemorativa de los 100 años de la aparición de la Virgen de Fátima en Portugal, que evoca de alguna manera también los 100 años de la llegada al país de la familia Corripio Estrada.
“Que gesto más hermoso, monseñor. Lo pondré en mi oficina”, dijo al agradecerlo.
Juan Manuel Ureña, hijo de don Manuel Arsenio Ureña, en honor de quien se realiza anualmente este desayuno, tuvo a su cargo las palabras de bienvenida a todos los participantes.
A su vez Pepín expresó que Manuel Arsenio Ureña era el símbolo y modelo del mejor empresariado dominicano. La señora Bernarda Peña de Checo, directora ejecutiva, agradeció a todos los presentes el apoyo a la gestión de FASA en su misión de ser un ente de soporte económico al Arzobispado de Santiago.
Al finalizar la actividad los asistentes recibieron de manos del Comité de Damas de FASA un ejemplar de la más reciente Carta Pastoral de la Conferencia del Episcopado Dominicano, invitando a respetar la dignidad de la mujer.