Pequeñas reflexiones

<p>Pequeñas reflexiones</p>

PABLO NADAL DEL CASTILLO
Hace tiempo que escribo cosas que siento dentro, sin publicarlas, no pudiendo negar el estado de mi interior, exacerbado, tranquilo en ocasiones, preocupado otras tantas veces, pero cuando miro a mi alrededor y miro la sociedad en que vivimos, en vez de tomar aliento, me pongo pensativo y a reflexionar hacia dónde va el país y dónde vamos nosotros mismos como sociedad y personas.

No es la descomposición de la sociedad dominicana, sus clases, sino más bien su estancamiento en el desarrollo y sobre todo en el nuevo pensamiento, la cual no asimila sino a golpe de imposiciones o cayéndole atrás al líder, lo cual no es forma de pensar de un nuevo Estado que surge para un proceso y quizás una globalización. Seguimos en parte en el Estado de siglo XIX, buscando nuevos caudillos en la sociedad y cuando no los encontramos, queremos hacer del actual uno nuevo.

Hacer un llamado de atención no es mi objetivo sino que esta sociedad haga un cambio de paradigmas, se abra a ideas liberales y dejemos que las nuevas ideas se discutan en un tono de armonía, cambiando el sitio de discusión, pues al final éste condiciona nuestras respuestas.

No puedo afirmar que esto cambiará nuestro pensamiento, sino que por lo menos nos dará otra forma de ver las cosas. Recordemos la vieja idea de la doctrina política, la sociedad siempre influye en nuestro pensar particular. Tratemos primero de cambiarlo tomando como referencia un desarrollo personal a uno de nación. Recordemos que lo importante no son las cifras macroeconómicas; los números son fríos en un estado financiero o bancario. Reflejarán situaciones grandes pero aunque no estoy negando su importancia, no reflejan el desarrollo personal.

En definitiva, mientras nuestra sociedad sea más humana, podremos tener una mano a quien nos pide un favor y no tendremos que decirle que estoy aquí para ayudarte, sino que podrá contar con nosotros sin decir esas palabras. Cometemos errores o no, perdonados serán y al final del camino podremos ser alguien para el conjunto de personas que conocemos, para la sociedad y para nuestro mundo. Posiblemente se lea fuera de contexto ésto último pero sólo pensemos que uno no vive en una burbuja de cristal, el solo decir un “hola” nos relaciona con nuestro vecino y más, tenderle una mano en un saludo, vale lo indescriptible.

Pequeños y desordenados son estos párrafos pero el orden se los debemos dar en nuestro interior. Seamos calmos y veremos que nuestro pensamiento cambia.

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