Anímate, pon en práctica tu ingenio y haz que tu única rutina sea la de sorprender y ser sorprendido, después de todo esa decisión es la que hará la diferencia entre una relación sazonada y una desabrida. Anda, pónte romántico, hazle una carta, a puño y letra, no en el computador y aunque te suene cursi, ponle un poco de tu perfume, verás como trae buenos recuerdos y servirá de estímulo en lo más profundo de su ser. Otra sorpresa que marca es una cestita con cinco detalles, uno para estimular cada sentido. Para el gusto, unos caramelos muy ricos, para la vista, un precioso dibujo enmarcado realizado por ti, para el tacto, un corazón de peluche, para el olfato, una flor de madera impregnada de la colonia que te gusta llevar y para el oído, un cd con sus canciones favoritas, por su significado. Haz la prueba y verás el cambio y la chispa en tu relación.