Propietarios de establecimientos comerciales de la Capital  están con el grito al cielo por la disminución considerable en sus actividades económicas, al extremo de que las ventas han bajado en más de un 50 por ciento en muchos casos.

Mediante consultas a colmados, mini mercados y tiendas de repuestos de vehículos, en diferentes sectores, la queja es la misma: “no hay circulante, la gente viene a dar gritos, apenas compran lo indispensable para sobrevivir”. La mayoría de los consultados, 13 de 15 dueños de negocios, atribuyen la recesión económica a la falta de empleo, así como a los bajos salarios y pocas inversiones de los sectores público y privado.

Marino Lara, propietario del colmado Santa Cecilia, en Gascue, definió como muy mala la economía en lo que va de año, ya que vende menos del 50 por ciento que en años anteriores.Dijo que compartía el negocio con otro compañero, pero que tuvo que dividir y quedarse solo, porque con lo que vende no podían mantenerse ambos. De su lado, Santiago Pascual, del colmado Borinquen, en el sector San Juan Bosco, dice que los primeros seis meses del año han sido fatales para los negocios, ya que las ventas han caído estrepitosamente.