Pequeños negocios obligados absorber alzas

Pequeños negocios obligados absorber alzas

POR GERMAN MARTE
Los pequeños colmados y cafeterías han salido perjudicados con los últimos aumentos de precio en los productos de consumo masivo, debido a que han tenido que asumir parte de las alzas para no afectar a sus clientes, afirmaron ayer comerciantes consultados por HOY.

Entre los productos que han subido de precio en los últimos días citaron algunas marcas de leche, la sopita, pasta dental, cerveza, ron, fósforos, quesos, fideos, jugos de frutas, pasta de tomate, arenque, bacalao y todos los detergentes. También subieron de precio las carnes de res, cerdo y pollo. Esta última se elevó de RD$28 a RD$35 la libra. Pero algunos de esos artículos, indicaron comerciantes consultados, han experimentado leves aumentos, como en el caso de los huevos, el jabón y los fósforos, razón por la cual ellos han preferido absorberlos. En otros casos han tenido que mantener los mismos precios no por gusto, sino porque el producto no resiste más alzas por ahora.

 “Hay costos que el negociante tiene que absorber. Por ejemplo, el jabón subió y tú tienes que absorberlo, porque tú no puedes venderle una pasta de jabón por más de diez pesos”, dijo el propietario del colmado Bonny, en Buenos Aires Herrera.

Empero, Misael Sánchez dijo que los comerciantes no tienen otra salida que subir los precios en la medida que van comprando más caro, e incluso si tienen productos en almacén tiene que subirlos pues de lo contrario se descapitalizarían y no podrían reabastecerse. En el caso de algunas cafeterías y comedores de clase media baja, sus propietarios también han optado por asumir las alzas en los comestibles y no transmitirlas a sus clientes.

 Miguelina Santos, de la Plaza Mesías, en la avenida José Ortega y Gasset, indicó que muchos de los comestibles han subido de precio, pero en su negocio han preferido mantener el plato del día a RD$70 “y ver hasta dónde aguantamos, porque esto no está fácil”.

Otros comerciantes dijeron que la subida de precios no le conviene a nadie, porque así como se reduce el poder adquisitivo de los consumidores, también decrecen los niveles de venta de los negocios. 

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