Pequeños parques familiares sin glorietas

Pequeños parques familiares sin glorietas

POR SEGUNDO ANTONIO VÁSQUEZ
En San Carlos se encuentra el pequeño parque que lleva su nombre, situado entre las calles 16 de Agosto, Peña y Reynoso, Gerardo Hansen y La Trinitaria, construido en un montículo donde hay escalinatas primero de dos y después de un peldaño, que llevan a una superficie cubierta de losetas de hormigón armado y ladrillos, la cual lateralmente está unida al templo.

En él se aprecian cuatro entradas laterales que van a un centro sin glorieta. Las hay con lados que se inician con bordes curvos y otros con partes que sólo doblan, rodeados por diminutos muros enladrillados que bordeándolos encierran concavidades de terrenos sembrados de árboles, entre los que hay cedros, laureles, almendras y palmas.

Su curiosidad es que es el único que tiene un espacio de terreno donde hay una pequeña fuente redonda enladrillada de agua potable, exclusiva para que beban las palomas.

Tiene postes de metal con faroles antiguos y sus bancos son de hierro, visitado primordialmente en la noche por los residentes del derredor.

También está el parque San Miguel, situado entre las calles José Reyes, Juan Isidro Pérez y una que dobla y lleva su mismo nombre, cuyo suelo, para poder nivelarlo, lo dejaron más alto, en la parte donde hay una doble vía, por lo cual tiene una escalinata de cuatro peldaños de hormigón armado.

De allí, lateralmente, parten cuatro caminos cubiertos de ladrillos que llevan a una superficie circular central en la cual no hay glorieta, pués sólo aparece por igual un redondel bordeado de ladrillos que encierra el hueco de un terreno sembrado con una pequeña mata de laurel.

Su curiosidad radica en que éste encima tiene colocados varios grupos de grandes callaos lisos, los cuales sirven como adornos de la naturaleza. Igualmente singular es que en el medio del camino sur es el único donde se observa un poste de madera en cuya cima hay una casita con varias habitaciones para albergar las palomas, a las cuales los residentes le riegan maíz.

Asímismo, en la esquina noroeste se aprecia un hidrante que es una toma de agua potable del acueducto para el servicio de la vecindad, único parque que lo tiene.

Tiene varios árboles de laurel centenarios cuya altura es de aproximadamente unos 30 metros, entre otros de cedro y de palmas en cuyas ramas hay varios nidos de ciguas que con sus trinos lo hacen más acogedor.

También, situado entre las calles Mercedes, 19 de Marzo y Luperón aparece otro pequeño parque sin glorieta llamado María Trinidad Sánchez, debido a que su centro sólo tiene el busto de esta heroína. Fue construido el 27 de febrero de 1944 en homenaje a la mujer dominicana.

Está montado en una base rectangular de hormigón armado cuyos laterales tienen molduras verticales salientes pero su cimiento es una superficie redonda de donde lateralmente parten tres muros inclinados que encierran una concavidad de terreno con gramas, pero detrás y en los lados se observan varias matas de palmas y otras pequeñas de cayena.

Es el único parque diminuto construido en un extenso espacio de terreno que abarca un área triangular, en cuyo vértice se observa una pequeña pilastra de concreto la cual remata con una tarja de bronce que lleva su nombre.

También, detrás de éste terreno, tiene sembrado otro de árboles de laurel gigantes, al tener unos 20 metros de alto y otro más bajos de álamo.

En él se aprecian dos entradas con superficies enladrilladas, cuyas cortas cercas también están construidas del mismo material, las cuales encierran varias pequeñas matas de trinitarias y gramas.

Tiene varios postes de hierro con faroles antiguos de luz en las aceras laterales que lo rodean.

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