POR DIONISIO SOLDEVILA
El béisbol dominicano está representado por figuras de mucho ímpetu que inspiran gran respeto y reconocimiento. Ellos son el presente y la imagen dominicana en el béisbol de las Grandes Ligas. Los Manny Ramírez, Alex Rodríguez, Vladimir Guerrero, David Ortiz, Sammy Sosa han dado luz y fama a la República Dominicana.

Pero sus días irán pasando y poco a poco dejarán de ser lo que hoy son. El relevo es algo obligatorio porque la edad y el tiempo simplemente no perdonan.

Pero la nueva camada de peloteros criollos que está creciendo en el béisbol de las mayores asegura que la hegemonía del talento dominicano en las Grandes Ligas se mantendrá por mucho tiempo.

Todo comenzó con Albert Pujols, el inicialista de los Cardenales de San Luis, que con cuatro años en las Grandes Ligas está registrando el mejor inicio en la historia de las mayores.

Pero Pujols tiene una grata compañía que se acerca a su persona con una fuerza impresionante.

El talentoso grupo lo encabeza el torpedero de los Metros de Nueva York, el joven José Reyes.

Reyes todavía no es una superestrella de las Grandes Ligas por dos razones. Primero, las lesiones lo golpearon duramente por dos años con problemas musculares en sus piernas. Segundo, los Metros inventaron con moverlo a la segunda base el año pasado y eso le afectó notablemente.

Pero con el regreso al campo corto en el 2005, Reyes ha demostrado por qué será el primer bate más cotizado de las mayores en poco tiempo.

Reyes tiene un promedio de bateo de .271 con tres jonrones y 46 empujadas en una temporada en la que ha podido mantenerse alejado de los problemas de salud.

Reyes ya cuenta con 138 indiscutibles y una proyección de casi 200 mientras que se ha robado 42 bases y busca convertirse en el noveno pelotero dominicano con 50 robos.

Junto a los ya impresionantes números se encuentran 11 triples y 72 anotadas, cifras redondas que hacen pensar muchas cosas interesantes.

Su único problema es la falta de paciencia en el plato que lo ha llevado a poncharse mucho (59) con relación a las transferencias obtenidas (18).

Junto a Reyes vale mencionar a Jhonny Peralta, otro talentoso torpedero pero con los Indios de Cleveland.

Peralta llegó a los Indios con una gran responsabilidad: reemplazar al venezolano Omar Vizquel en la posición seis.

Al principio el trabajo fue difícil, principalmente en el aspecto defensivo, pero con su madero el nativo de Santiago ha acallado a todos sus críticos y contrarios.

Peralta tiene un promedio de bateo de .302 con 18 cuadrangulares y 58 carreras impulsadas.

De por sí, Peralta es el líder de jonrones de Cleveland, empatado con Travis Hafner, y su prodigioso bate ha sido crucial para que los Indios se mantengan en la lucha por el wildcard de la Liga Americana.

Willy Taveras, por su lado, ha excedido todas las expectativas con los Astros de Houston y por eso es un fuerte candidato al premio Novato del Año de la Liga Nacional.

Como primer bate de los Astros, Taveras tiene un jugoso promedio de .300, encabeza el equipo con 28 bases robadas, tiene cuatro triples y ya registra 137 indiscutibles en los 116 partidos que ha visto acción.

Ha tenido cuatro rachas de cinco partidos bateando de hit y su más extensa ha sido de nueve en hilera.

Para Robinson Canó, de los Yanquis de Nueva York, su actuación le ha ganado un puesto en el equipo más exigente de las mayores… por lo menos si hablamos de su dueño.

Canó se ganó la posición de intermedista de la Gran Manzana y hasta el momento ha cumplido con las expectativas mientras registra un promedio de bateo de .277 con ocho jonrones y 42 remolcadas.

Su defensa fue cuestionada en los días posteriores a su debut, pero a pesar de uno que otro error de novato, ha hecho el trabajo y se proyecta como un hombre del futuro de Nueva York.

Otros que merecen ser reconocidos por su talento en poco tiempo en las mayores y con corta edad son los lanzadores Ervin Santana y Joel Peralta, ambos de los Angelinos de Los Angeles de Anaheim.

Con solo 22 años de edad, Santana ganó un puesto en la rotación de los Angelinos y ha ganado seis encuentros, perdido cinco con una efectividad de 4.62.

Aunque estos números no indican lo bueno que ha sido, Santana ha mostrado grandeza en algunas aperturas pero una cierta inconsistencia lo ha llevado a tener problemas.

De igual manera, Peralta tiene 1-0 con 4.13 de efectividad, pero la oposición solo le batea .210 en 26 partidos en los que ha lanzado.