El influyente ministro Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, ha reiterado que el presidente Danilo Medina es el único líder político que gana en primera vuelta en las elecciones del 2020.
La afirmación del locuaz funcionario no está lejos de la verdad, pues según casi todas las encuestas, especialmente la última entrega de la Gallup-Hoy, que es la más confiable, creíble y de mayor repercusión política en el país, Medina supera en simpatía a los demás precandidatos dentro y fuera del PLD.
Cualquier analista objetivo tiene que arribar a la conclusión de que Danilo por su buena gestión de gobierno sería el mejor candidato del PLD, pero la Constitución de la República prohíbe su repostulación, al menos que logre la proeza de conquistar los votos congresionales para tales fines, una tarea realmente difícil, no imposible, cuyas consecuencias en términos de la unidad interna del PLD serían impredecibles.
Las últimas movilizaciones realizadas por Leonel en el centro olímpico y los seguidores de Danilo en diferentes puntos del país demostraron que el PLD unido sería una maquinaria electoral invencible e insuperable, dada la debilidad de la oposición, que como afirmara el más agudo analista político de la nación, Juan Bolívar Díaz, en su acreditada y muy leída columna del periódico Hoy, no termina de convencerse de que solo con una gran coalición podría derrotar al partido gobernante.
En las manos de sus dos líderes está la suerte del PLD y en cierta medida la del país.
Si la razón, el buen juicio, el desprendimiento, la sensatez y el amor al partido fundado por Juan Bosch y que tanto éxito electoral ha tenido, sucumben por la ambición y la rebatiña, entonces terminará en forma abrupta la historia de triunfos de esa legendaria institución política.