DAJABON.- La pérdida del ecosistema forestal de Haití tiene enormes repercusiones que podrían afectar la subsistencia de millones de personas, tanto en esa nación como en República Dominicana, advirtió el director ejecutivo del Instituto Dominicano de Desarrollo Integral (IDDI).

El doctor David Luther afirmó que la foresta haitiana, desde hace mucho tiempo, perdió su significado económico como recurso renovable, y que rápidamente está perdiendo su función ecológica.

Luther consideró que la pérdida económica puede ser concebible y compensada, pero la pérdida del ecosistema forestal tendrá grandes repercusiones sobre ambas naciones.

“Años atrás Haití estaba cubierto de exuberantes bosques con variaciones ecológicas, definidas en términos de diferentes tipos de foresta, y desde entonces el área forestal se ha reducido drásticamente, y hoy en día cubre sólo el 5.7 por ciento del total de las tierras en ese país”, expresó.

Luther habló en la juramentación de los directivos de la nueva filial en Haití del IDDI, una organización sin fines de lucro auspiciada por las Naciones Unidades y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional -USAID-, con aportes del sector empresarial privado. Las nueva oficina, que estará en el centro de Cabo Haitiano, la preside Maurice Laroche, Franty Flamert, Wilson Rood, Hans Schutt y Broker Schutt. La doctora Consuela Mews, es la directora ejecutiva.

Luther dijo que el IDDI continuará ejecutando en la frontera proyectos de desarrollo integral, dirigidos principalmente a controlar la deforestación de las áreas.

Consideró que con la apertura de la nueva oficina en Cabo Haitiano “los recursos económicos serán aprovechados de manera más racional”.

Señaló que los gobiernos de Haití y República Dominicana deben incluir en sus protocolos bilaterales componentes efectivos orientados a preservar los recursos naturales en esa nación.

Un estudio del IDDI revela que en Haití más del 38 por ciento del total del área forestal está representada por formaciones de pino, que “ha sido degradada por una mala explotación, los fuegos forestales y la conversión en zona de pasto”.

Luther informó, además, que en áreas fronterizas de Bánica y Pedro Santana se destinan vastas áreas de terrenos desérticos a un proyecto de producción de “jastrofa”, un árbol de origen mexicano que sirve para la producción de biodiesel a bajos costos.

Anunció que en las próximas semanas directivos del IDDI en el país y de la filial en Haití sostendrán encuentros con inversionistas nacionales, para exponerles el plan de trabajo que se ejecutará en la frontera, dirigido a controlar la deforestación y a la conservación de los recursos naturales.