Perdido escenario delicuencial

Perdido escenario delicuencial

Ubi Rivas.

Por sexta vez, el presidente Danilo Medina dispuso crear un operativo conjunto interactuado por la Policía y soldados de las tres armas del Ministerio de Defensa con el propósito de acorralar la ola delicuencial que aterra a la ciudadanía, incorporando siete mil efectivos para patrullar las calles.
Idéntico a las seis veces anteriores, la disposición gubernativa será como una aspirina para vencer un cáncer, porque el quid del problema que el PLD no ha sabido superar, idéntico a la haitianización que ha dimensionado, caos de tránsito vehicular, relleno sanitario en el Gran Santo Domingo, corrupción y endeudamiento como nunca antes, no radica en la periferia, sino en el centro.
El centro consiste en integrar a los organismos represivos para domeñar a la canalla, y eso es definir que la causa de la fiebre está en la sábana, y no en el paciente, porque la fiebre del paciente es menester tratarla con el apelativo que tantas veces he señalado, de disponer la creación de las Unidades Barriales Sociales en cada barrio de ciudades y pueblos.
Unidades Barriales Sociales integradas en un local idóneo en los barrios compuestas por un representante del CONEP y la AIRD para ofrecer empleos, lo primero; líderes barriales y religiosos, unidades de INESPRE, PROMESE, médica, con odontología y deportiva.
Con esa estructura de apoyo social, iniciar el proceso gubernativo de recapturar el perdido monopolio de la violencia, desde hace tiempo dominado por la canalla, con la iniciativa por anomia de los gobiernos post Joaquín Balaguer, que sí sabía reducir la canalla; defender la soberanía de la patria, rechazar el endeudamiento externo y armonizar el orden y el sosiego ciudadano, esquivando el chantaje de los derechos humanos, en beneficio de los delincuentes, por el provecho de la mayoría.

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