Perdonarían deuda a pobres

Perdonarían deuda a pobres

WASHINGTON (EFE).- EEUU ha preparado un plan para que los organismos multilaterales condonen la deuda a algunos de los países más pobres, pero tanto el Banco Mundial como grupos humanitarios quieren asegurarse de que incluya nuevas aportaciones de ayuda.

   Una portavoz del Departamento del Tesoro, Brookly Mclaughlin, afirmó a EFE que «ha habido muchas conversaciones y análisis excelentes» sobre el tema de la deuda, pero dijo que su Gobierno no está preparado para hablar de propuestas específicas «por ahora».

   Sin embargo, varias fuentes conocedoras del tema que prefirieron permanecer anónimas confirmaron a EFE la existencia de ese plan.

   El programa cancelaría de forma inmediata 100.000 millones de deuda a las naciones que integran la iniciativa de ayuda a Países Pobres Altamente Endeudados (HIPC, en inglés) del Banco Mundial, entre ellos Bolivia, Nicaragua, Honduras, Senegal y Madagascar.

   Sin embargo, según su diseño actual, el plan no incluye un incremento de las aportaciones de los países donantes, con lo que si el Banco Mundial condonara esa deuda se quedaría con menos fondos para realizar proyectos tanto en las naciones beneficiadas por la medida, como en otras.

   Estados Unidos no ha presentado todavía su iniciativa oficialmente a este organismo, por lo que desde su sede se dice poco al respecto.

   «Recibimos positivamente cualquier idea que nos ayuda a alcanzar los objetivos de reducción de la deuda», señaló a EFE una portavoz del Banco Mundial.

   Sin embargo, una fuente conocedora del tema alertó de que la medida podría restar fondos a otros países pobres que no están en la lista de naciones HIPC, como Angola, Kenia, Haití, Somalia y Yemen.

   «En resumidas cuentas, es necesario más dinero de los donantes» para que la condonación de la deuda sea posible, explicó.

   No está claro si EEUU está dispuesto a aumentar su ayuda cuando su déficit para este año fiscal alcanzará la cifra récord de 422.000 millones de dólares, según la oficina de presupuestos del Congreso.

   Una fuente de una asociación humanitaria que conoce el plan estadounidense dijo que es «casi un truco contable» por el cual la cancelación de la deuda se hará a costa de reducir los recursos del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

   Además, Estados Unidos ha resucitado su propuesta de que ambos organismos den más donaciones, en lugar de préstamos, lo que les mermaría sus fondos aún más.

   En todo caso, la propuesta hace quedar bien al presidente George W. Bush a menos de dos meses de las elecciones.

   Además, la Casa Blanca espera que le ayude a convencer a los acreedores de Irak de que le perdonen un 95 por ciento de su deuda, calculada en 120.000 millones de dólares.

   Francia ha argumentado que cancelar la deuda de un país de ricos recursos petrolíferos como Irak sería injusto para otras naciones más pobres y ha ofrecido olvidarse de como máximo un 50 por ciento de lo que Bagdad le adeuda.

   Este plan estadounidense para perdonar la deuda de los países HIPC deja a París sin argumentos, por ello no es de extrañar que el Gobierno francés se oponga a la idea, según una fuente conocedora de las conversaciones.

   Incluso el Reino Unido, el aliado natural de Washington, desea que la medida venga acompañada por más donaciones de los países ricos, incluido EEUU.

   Por su parte, Canadá desea que la condonación de la deuda se aplique a más países que los del programa HIPC.

   Para su aplicación, el plan estadounidense tiene que ser aprobado por los directorios del FMI y el Banco Mundial, en los que están representados sus 184 países miembros.

   Aunque no está en la agenda, podría convertirse en un tema principal de la próxima Asamblea Anual conjunta del FMI y el Banco Mundial, que se celebrará el primer fin de semana de octubre.

   Por su parte, las asociaciones humanitarias que promueven la condonación de la deuda han recibido el plan estadounidense con precaución.

   «Es algo muy positivo que el G7 -el grupo de países más desarrollados- esté pensando en hacer algo sobre la deuda», dijo a EFE Max Lawson, de la organización Oxfam, quien alertó de que «es necesario garantizar que el acuerdo sobre la mesa asegure nuevos fondos para los países más pobres».

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