“¡Ay Dios mío como me hago ahora con estos niños si eran todo para él!” fue el clamor desesperado de la señora María Esther Frías, viuda del malogrado teniente del Ejército Fernando Pérez Berigüete, muerto a manos de antisociales, en momentos que se dirigía a su vivienda tras cumplir sus compromisos en el desfile militar del 27 de febrero.

Desconsolada estaba la señora Frías, quien veía abrazada a sus dos hijos, como compañeros de arma del militar, sacaban el ataúd del interior de su vivienda ubicada en el sector Cancino Adentro, para darle cristiana sepultura.

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La desgarradora escena estuvo marcada por el llanto de los presentes, quienes exigen justicia por el asesinato del oficial, mientras las autoridades profundizan las investigaciones en torno a este caso, que ha consternado a la sociedad dominicana.

Decenas de personas acompañaron a la familia del militar, quien pertenecía a la Comisión Militar y Policial del Ministerio de Obras Públicas y encontró la muerte la noche del pasado martes, cuando dos individuos chocaron su vehículo y le propinaron varios disparos, quitándole la vida al instante.

Su cuerpo fue sepultado próximo al medio día de este jueves en el cementerio Cristo Salvador, a donde recibió honores militares y fue despedido por amigos y familiares.

La Policía Nacional informó el pasado miércoles que estaban en proceso de identificación de los responsables del crimen y habían entrevistado a cinco personas en torno al hecho, aunque desde entonces no se han actualizado informaciones sobre el particular.