Perfil del macho agresor

Perfil del macho agresor

La sociedad dominicana ha perdido su capacidad de asombro, se siente atrapada y paralizada en  no saber cómo articular unas políticas públicas eficientes y eficaces en violencia de género que puedan controlar, detener y dar apoyo a las víctimas de violencia, de feminicidio, de abuso sexual y maltrato dentro y fuera de las familias. Las determinantes psicosociales hablan de unos indicadores causales: Pobreza y exclusión social, disfunción familiar crónica, familias rotas, deserción escolar temprana, maltrato infantil, conductas disociales de alto riesgo durante la adolescencia y adultez temprana, deambulación sin propósito y marginalidad social.

Psicológicamente arrastran baja autoestima, pobre auto-concepto, confusión en la identidad psicosocial, desesperanza aprendida, pobre motivación por el logro, identificación e influencia por grupos de liderazgo negativo.

Emocionalmente, han desarrollado y han vivenciado desapego crónico, crisis en sus vínculos primarios y un pobre sentido de pertenencia que les hace crecer en el analfabetismo emocional y en la estructuración de actitudes emocionales negativas: ira, frustraciones, vergüenza, culpa, resentimiento, odio, entre otras.

Socialmente, ha desarrollado su personalidad en aprendizaje de conductas riesgosas: robo, bandolerismo, abuso de alcohol, sexo a temprana edad, prostitución, embarazo en adolescente y abuso de pornografía.

En sus relaciones de pareja va dando demostraciones de su intolerancia a las normas, de su gran problema por el control, la sumisión y manipulación. Es alguien incapaz de sentir compasión, admiración o respeto por su pareja. Literalmente egoísta, celoso, buscador de beneficio, y de tendencia a comportamientos violentos cuando las cosas se salen de su control, dado su sistema de creencia de que su mujer y su familia es parte de su propiedad.

Su amor no es una expresión de actitud emocional positiva. Es una patología que expresa en su inconsciente emocional de los traumas familiares, sociales y existenciales, de los que no han podido superar, ni ha desarrollado las habilidades psicoemocional ni conductual para darle respuestas adaptadas y funcionales.   

Poseer tres a cuatro indicadores en cada área, habla de una pareja de alto riesgo. Haber tenido recurrencia en la conducta violenta, sin aprender de la experiencia, sin sentir culpa, ni sentimiento de arrepentimiento nos habla de psicopatía.

El macho golpeador se encuentra en cualquier profesión, deambula en nuestras calles, pertenece a los diferentes estratos sociales, y para mal, son de apariencia bastante normales.

En lo que el Estado hace algo, reconozca éste perfil para aprender a no caer en sus garras. Y si se encuentra en una condición de vulnerabilidad, busque la ayuda para superar la dependencia o la victimización que se aprende con la cultura del terror, del miedo y del acoso moral de los agresores. Recuerde, si el agresor es psicópata nunca espere que va a cambiar.

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