Perfil Por Odalís G. Pérez

<P>Perfil Por Odalís G. Pérez</P>

 

y los estudios culturales dominicanos
Reconocer el aporte cultural de una investigadora que ha desarrollado, en la República Dominicana, diversas regiones de estudio en el marco de la producción intelectual, implica situar su trabajo como práctica cultural, intelectual y educativa. Una labor de estudio, investigación, difusión y animación como la llevada a cabo por María Ugarte en la República Dominicana debe llamar a reflexión, pero sobre todo, a una atención sostenida por parte de nuestros investigadores culturales, en torno a un obra que en el caso de la historia colonial, la historia monumental y la historia del arte, es indispensable y por lo mismo provechosa para los estudios culturales dominicanos.

Activa desde 1940 en la labor de investigación, difusión, preservación documental y archivo, crítica cultural y animación artística, la historiadora, ensayista y escritora María Ugarte (1914, Segovia, España), propició desde su llegada al país el conocimiento de grandes poetas y artistas dominicanos, que por su gestión como encargada del suplemento del periódico El Caribe por más de treinta años, se empezaron a conocer y a divulgar sus obras y escritos. La consejería cultural de doña María Ugarte ha sido de alta significación y calidad en los importantes proyectos y acciones culturales que le han tocado dirigir y, sobre todo, animar como especialista e investigadora areal.

Pensamos en este sentido en el aporte al conocimiento monumental y arquitectónico que ha llevado a cabo María Ugarte en una labor que no ha sido, no ha podido aun ser interrumpida por la edad, ni otro obstáculo que imponga la vida social en su movimiento real. Pero también pensamos en esa práctica periodística y cultural que se ha impuesto en el país sobre la base de la información sostenida, la investigación artística e intelectual en la República Dominicana de los últimos sesenta años y que ha tenido como animadora preservadora y testigo a doña María Ugarte.

En una memoria bibliográfica publicada por el investigador Franklin Gutiérrez (véase, Franklin Gutiérrez: Evas terrenales. Bibliografías de 150 autoras dominicanas, Ediciones Ferilibro, Santo Domingo, 2000, 193 Págs) se registra el nombre de María Ugarte España y gran parte de su labor intelectual en el país. Dicha entrada se publicó después en el suplemento Ventana del Listín Diario, el 3 de noviembre del 2002, en el fichero bibliográfico dominicano de Franklin Gutiérrez. En el mismo se destacan también los méritos y aportes de María Ugarte a la cultura dominicana de los últimos sesenta años.

Es importante señalar como perfil biográfico-intelectual que doña María Ugarte proviene de una escuela histórica de hondas influencias en el contexto de la historia y la cultura peninsulares. Habiendo estudiado bajo la influencia de una escuela histórica marcada por espíritus como Claudio Sánchez Albornoz, Américo Castro, Benito Sánchez Alonso y Ramón Menédez Pidal, la entonces licenciada en ciencias históricas y asistente-profesora universitaria, se especializa no sólo en historia moderna y contemporánea, sino que también emprende la línea de los estudios coloniales hispanoamericanos, estudiando las mentalidades históricas, artísticas y culturales de indígenas, españoles y principalmente de la vida colonial de Santo Domingo.

Como investigadora y conocedora de la vida del Santo Domingo colonial pública, doña María Ugarte escribe unas Estampas Coloniales (1998), que, por su contenido epocal y su apoyo documental, deben ser desde ya lectura obligatoria del estudioso de la vida colonial de Santo Domingo. En dichas crónicas, el retrato documentado y la etopeya autorizada se reconocen como ese speculum Humanae vitae de los siglos XVI, XVII y XVIII en Santo Domingo.

Relato, historia y sociedad conforman la crónica-acontecimiento, en un estilo que por su instrucción intelectual y su recorrido serial motiva la lectura de la historia como travesía, contexto epocal y fundación.

Las ejecutorias que esta historiadora y crítica cultural ha puesto en marcha en la República Dominicana, no se limitan sólo a su reputación y nombre, como algunos han creído al opinar sobre su trabajo, sino a un conocimiento crítico prudente y ligado en todo momento al funcionamiento del juicio cultural sobre un aspecto específico: Arte, arquitectura, lengua y cultura de Santo Domingo.

Junto a historiadores del arte y la arquitectura como Erwin Walter Palm y Eugenio Pérez Montás y Fray Vicente Rubio, O P. el trabajo historiográfico y documental sobre la ciudad de Santo Domingo doña María Ugarte conforma un equipo intelectual de estricta y rigurosa especialidad en la República Dominicana, animando y formando lo que se podría llamar una escuela de estudios de la vida, el arte y la arquitectura colonial de Santo Domingo.

Textos como su ya reconocido Monumentos coloniales (1978) La Catedral de Santo Domingo, Primada de América (1992), constituyen un campo crítico de investigación y estudio deseable para cualquier persona o intelectual que se ocupe del arte monumental y la historia arquitectónica de la ciudad de Santo Domingo.

La incidencia de una práctica intelectual como la asumida y puesta en marcha por María Ugarte España en Santo Domingo, se evidencia en sus más de tres mil crónicas y ensayos, así como en sus presentaciones de cientos de catálogos de arte sobre artistas dominicanos, conjugando así la investigación, el periodismo y la difusión culturales en la República Dominicana.

Sabemos que artistas como Jaime Colson, Paul Giudicelli, Elsa Núñez, Nidia Serra, Cándido Bidó, Ramón Oviedo, Rincón Mora, Clara Ledesma, Ada Balcácer y muchos otros, han sido analizados, presentados y promovidos por María Ugarte. La crítica de arte sostenida por mucho tiempo desde las páginas del suplemento de El Caribe, ha conformado una doxa o juicio particularizado del arte dominicano contemporáneo, así como también del arte colonial de Santo Domingo.

El recorrido historiográfico e histórico de esta investigadora y crítica cultural dominicana se ha patentizado y asumido desde aspectos como los siguientes:

 Establecimiento de la experiencia crítico-documental de Santo Domingo.

 Motivación de la fuente histórica e historiográfica del país.

 Fundamento de la doxa histórico-crítica desde una perspectiva experiencial.

 Activación del dato histórico-artístico.

 Elaboración de un juicio crítico e histórico a partir de la especificidad arquitectónico-monumental.

 Particularidad de la crónica de arte como presentificación del hecho artístico.

 Interpretación de la iconografía monumental y del vitral en el arte del Santo Domingo Colonial.

 Aportación al estudio de la Catedral de Santo Domingo y a su patrimonio histórico y artístico.

 Justificación del marco identitario del arte dominicano actual.

 Análisis documental y crítico de las relaciones culturales domínico-españolas.

Estos aspectos que predominan como línea de trabajo y estudio en su práctica intelectual, motivan y justifican un acercamiento a su obra entendida, como ya hemos puesto de manifiesto, en el orden de una experiencia de investigación y trabajo que debe ser atendido y continuada en el marco de los estudios culturales dominicanos.

El 22 de mayo de 1995, María Ugarte fue investida como miembro de número de la Academia de la Historia dominicana. Su discurso titulado Santo Domingo visto a través de los Discursos Medicinales de Juan Méndez Nieto (1561-1569), fue publicado en, Clío, No. 152, Enero-Agosto de 1995, pp. 9-80, Santo Domingo, donde abordó la importancia de los discursos medicinales del bachiller Juan Méndez Nieto desde un marco histórico y científico epocal. Cabe destacar que dicho discurso es una pieza intelectual escrita por una historiadora que reconoce las fuentes documentales y la crítica histórica desde una visión específica y documental de la historia hispanoamericana.

En dicho discurso sobre el bachiller Méndez Nieto, tenemos una pieza histórico-crítica de real confiabilidad, así como confiable es también el capítulo sobre Méndez Nieto que escribe el historiador y arquitecto Eugenio Pérez Montás sobre el bachiller Méndez Nieto, en su obra Biografía de un monumento (1979, pp. 31-38).

El discurso de ingreso a la Academia de la Historia de doña María Ugarte, refiere las fuentes y argumenta su juicio sobre este personaje con honestidad intelectual y alejada de los vicios de ciertos pseudohistoriadores y recopiladores o copistas de documentos, que sin ninguna ética científica se apoderan de datos sin notificar ni señalar fuentes.

Hemos esperado por mucho tiempo una historia del exilio español y europeo en Santo Domingo de la autoría de doña María Ugarte, quien en este sentido posee una vasta memoria sobre la llegada, influencias, recorridos, magisterio y productividad intelectual de aquellos europeos y españoles que, sin lugar a dudas, activaron la vida intelectual de Santo Domingo en el siglo XX, principalmente a partir de la década del 40.

Desde un periodismo cultural, diríamos, comprometido con la cultura dominicana, la práctica intelectual de esta historiadora domínico-española ha contribuido al estudio de la producción artística, literaria y cultural, en un proceso que por su importancia social admite la incursión artística desde un sentido académico y profesional de la información histórico-crítica.

Recientemente doña María Ugarte ha colaborado junto a la historiadora y crítica de arte Jeannette Miller en un proyecto intelectual significativo para la historia del arte dominicano. Se trata del libro Arte dominicano, Pintura, Dibujo, Gráfica y Mural Eds, Codetel, Santo Domingo, 2001, 471 págs. Vol. I; (1844-2000); Vol. II, Escultura, Instalación, Medios no tradicionales y Arte Vitral, 2002, 397 páginas.

Esta investigación puesta en marcha y realizada con criterio histórico e interpretativo por estas dos mujeres investigadoras, es el resultado de una colaboración científica y documental que debe ser ejemplo de trabajo en equipo y sobre todo de un trabajo preparado y constituido a partir de un criterio sostenido y fundamentado en el dato empírico, la observabilidad y la interpretación-comprensión del arte dominicano y su historia.

En dicha obra que puede leerse como una historia general del arte dominicano en sus principales imágenes y cronologías, la experiencia de trabajo de María Ugarte y Jeannette Miller produjo una obra de significativos alcances para la historia de las artes visuales en la República Dominicana, escrita y preparada bajo el rigor y la calidad de una empresa intelectual controlada y particularizada sobre la base de la producción artístico-visual dominicana.

Situar entonces la práctica de trabajo histórico, artístico y cultural de doña María Ugarte en el contexto intelectual dominicano, requiere también de seguimiento, sobriedad y búsqueda de sus escritos, muchos de los cuales permanecen dispersos por revistas, periódicos, enciclopedias, catálogos y boletines históricos y culturales del país.

Desde una vertiente intelectual interdisciplinaria, la lectura de una producción crítico-cultural como la que hemos destacado, permite por sus afluentes y trazados argumentar en torno a un posicionamiento actual de los estudios culturales dominicanos y sus posibilidades institucionales en la universidad o universidades y centros de estudios superiores país.

En el caso de María Ugarte, los resultados de una práctica intelectual se hacen visibles cuando escritura, experiencia comunicativa e investigación, ejemplifican su acción humanística en la perspectiva de conocimiento de la sociedad dominicana contemporánea.

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