Periodismo & literatura II

Periodismo & literatura II

Los periodistas, con toda razón, estamos muy orgullosos de ejercer este oficio. Contribuimos a la formación de la opinión pública, un ente “gaseoso” y cambiante que, según parece, condiciona el “desarrollo político democrático”. Nos complace aún más saber que las libertades públicas sobreviven por el continuo ejercicio que de ellas hacen los periodistas. Tenemos hoy varias modalidades de ese ejercicio. El “periodismo especializado”, en economía, en problemas medio-ambientales, en “alta tecnología”. Se nos ofrecen además: el periodismo “investigativo”, el periodismo “en profundidad”, el periodismo “de evasión”, e incluso el periodismo “científico”. Periodismo “informativo” y de “opinión”, son los viejos “modelos”.
Y esto nos remite al problema de los géneros; no en la literatura, en la cual todas los géneros están caracterizados por los antiguos preceptistas, con la excepción del ensayo; en los periódicos hay informaciones “actuales”, y “retrospectivas” –de background-, hay gacetillas o noticulas breves, comentarios editoriales, “análisis noticiosos”, “features”. Es en el reportaje donde el periodista puede tocar, así sea tangencialmente, con la literatura. En un reportaje es importante transmitir al lector las “impresiones” de quien lo escribe. Puede el periodista desatender un instante los hechos concretos y dejarse llevar por sus emociones. Esa “carga de subjetividad” podría emparentar el reportaje con la literatura.
No es necesario decir que cuanto más culto sea un periodista mayores serán sus recursos, intelectuales y expresivos, con los que se acercará a las noticias… y a su “interpretación”. Pero existen periodistas valiosísimos que no son cultos, en sentido literario, y sin embargo, escriben hermosos y atractivos reportajes, llenos de vitalidad esencial. Son testimonios de la “mundanidad”.
Los periodistas y escritores dominicanos que discuten acerca de las relaciones entre periodismo y literatura abordan un tema actual y pertinente. Lo único que no deben olvidar los escritores, especialmente los lingüistas, es que por lengua se entiende la de todos, la del periódico y del diccionario; en cambio, forjar un lenguaje propio es oficio de poetas y escritores. La literatura está volcada sobre las notas permanentes del hombre en la historia. El amor y la muerte, la guerra y el trabajo; la justicia, el bien, la belleza, son los temas en que se afirman las obras literarias, antiguas y modernas. (Año 2000).

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