1.- Vivimos en un mundo de mucha y rápida y variada información, pero de poca y lenta y unilateral comunicación. Se habla pero no se escucha, miramos pero no vemos; quizás por eso no hacemos mucho caso a lo que Ignacio de Loyola nos dice al comienzo de sus ejercicios espirituales: “…todo buen cristiano ha de ser más pronto a salvar la proposición del prójimo que a condenarla; y si no la puede salvar inquiera como la entiende”.

2.- Pero el ser humano solo puede desarrollarse como persona responsable en la medida que es capaz de comunicarse, de dialogar, y  de construir con otros un mundo más justo.

3.- Por eso no se bendicen propiamente las cosas… se bendice a las personas para que puedan hacer uso de las cosas.

4.- Esta tarde les bendecimos a ustedes que nos apoyan aquí con su  presencia y a todos aquellos que de un modo u otro usen y hagan de este nuevo edificio que el Grupo Corripio ha levantado para su prensa escrita (Hoy, El Nacional y El Día) hagan una auténtica y clara expresión del Dios de la Verdad y de la Vida, de la Justicia y  de la Paz.

5.- Hago esta bendición como sacerdote, como educador y como amigo. Como sacerdote, en nombre de la Iglesia, del Cuerpo resucitado de Cristo, para que podamos ser un instrumento de Vida en un mundo de violencia y de muerte.

Como educador, en nombre de Jesucristo, Palabra de Dios, para que tratemos siempre de dar a conocer la Verdad Total en un mundo de medias verdades, aunque nos cueste y cueste a aquellos a quienes es dirigida.

Como amigo, en nombre de Jesucristo, Camino que conduce al Padre en este mundo digital de casi infinitas  posibilidades, para que podamos encontrar el amor en su dimensión divina, como el único camino a la Verdad y la Vida.

6.- Que el Buen Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo nos bendiga para que podamos hacer de estas nuevas instalaciones para la prensa del Grupo Corripio el Camino, la Verdad y la Vida que nos trae Jesucristo.

Oremos todos juntos: la oración que nos enseñó Jesucristo: Padre  nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en el cielo como en la tierra, danos hoy  nuestro  pan de cada día y perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a quienes nos ofenden; no nos deje caer en tentación y líbranos del mal, amén.

Rociamos estas instalaciones  con agua, símbolo de la vida que queremos transmitir.

7.- Para terminar me van a permitir recordar en un minuto de silencio a quienes son las raíces  que mantienen y dan vida al Grupo Corripio en todo lo que emprende para bien de la nación dominicana. Un minuto de silencio en recuerdo de don Manuel y de doña Sara Corripio.

Gracias, Dios les bendiga.

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Palabras del sacerdote jesuita Ernesto Martín, quien tuvo a su cargo la bendición de las nuevas instalaciones de los periódicos El Nacional, El Día y HOY.