Obra. Miguel Ordóñez lo dice en su libro.

Asegura fue un proceso viciado desde antes de iniciarse la licitación, debido al “engrase de la maquinaria para jugar con ventaja”

La concesión por 30 años de los aeropuertos dominicanos a Aerodom, fue un proceso viciado desde antes incluso de iniciarse la licitación pública, debido al “engrase previo de la maquinaria para jugar con ventaja”, lo que ha constituido un grave fraude para el país.

Así lo afirma el periodista español Miguel Ángel Ordóñez, en su libro “Negocios de Bajos Vuelos”, en el que analiza las circunstancias y el proceso de concesión de los aeropuertos dominicanos.

Ordóñez cuenta la historia de ‘una paradisiaca playa dominicana, Rincón’, y cómo su compra por inversionistas españoles derivó en la concesión de aeropuertos a Aerodom, que aunque los pliegos de condiciones establecían 12, terminó siendo por 30.

El texto muestra alegadas irregularidades en la ejecución del contrato, como el incumplimiento del plan de inversiones.
“Mintieron sobre que un gran banco internacional iba a financiar toda esa inversión, adulteraron los diseños prometidos, abarataron y aplazaron las obras, mientras subían tasas y tarifas contra pasajeros y el Estado, faltando al compromiso”, refiere el texto.

Agrega que luego de ordeñar un negocio redondo, vendieron la empresa, en 2008, a Advent International Corporation.
Ángel Ordóñez es un periodista español que vivió y trabajó durante ocho años en la República Dominicana. Ha sido galardonado con el Premio Ortega y Gasset de Periodismo.