Peritaje medicolegal

Peritaje medicolegal

SERGIO SARITA VALDEZ
Las evidencias físicas y biológicas recogidas del cuerpo de las víctimas de actos violentos, sean estos de índole cortante, contusa, perforo-contundente, química, inmunológica, u otra especie capaz de lesionar una persona, constituyen un valioso aporte para el conocimiento a fondo del grado de culpabilidad en casos a ventilar en nuestros tribunales.

Con relativa frecuencia el médico es llamado a realizar un estudio analítico en una víctima a fin de emitir una opinión sobre la naturaleza, origen y circunstancias en que se ha desencadenado un daño serio o la muerte del individuo. El profesional que lleva a cabo ese trabajo debe ser un experto en la materia. En la investigación de casos fatales resulta mandatario que el proceso se inicie tomando muy en cuenta los factores tiempo y espacio. Es de rigor hacer constar la hora en que uno ha sido informado acerca del descubrimiento de un fallecido y del sitio donde ha sido encontrado. El ordenamiento alrededor del occiso puede arrojar datos valiosísimos que van desde marcas de pisadas en el terreno hasta objetos o armas utilizadas en la perpetración de un crimen.

La documentación, recolección, pruebas, e interpretación de la escena es un ingrediente esencial del experticio. Le sigue la observación detallada de la posición del muerto, el estado de vestimenta, el tipo de ropa conjuntamente con el registro minucioso de la superficie corporal. La fotografía a color acompañada de esquemas y diagramas ayudarán luego para explicar e ilustrar en corte el informe médico.

La ley 136 sobre autopsia judicial en su artículo segundo es bien explícita cuando señala:»La autopsia ha de tener por finalidad esencial la determinación de la causa médica de la muerte, de los estados patológicos preexistentes, de la forma medicolegal del hecho y del momento en que éste se produjo». Más adelante en su artículo 12 nos señala ciertos requerimientos del informe escrito en donde nos exige:»la descripción de las operaciones técnicas efectuadas, los argumentos de su interpretación científica y finalmente, las conclusiones concretas expresadas en términos breves, explícitos y sin ambigüedad».

El patólogo forense es un experto neutro en el sentido de que emite su opinión basada en evidencias físicas y biológicas, circunstancias del fallecimiento y los antecedentes clínico-quirúrgicos de la víctima sin tomar en consideración si ello beneficia o no de alguna forma a una de las partes envueltas en el litigio. El grado de certeza del experticio debe estar fuera de toda duda médica razonable, entendiéndose por ello un nivel a seguridad en las conclusiones por encima del 90%.

Cuando el nivel de certeza médica cae por debajo de ese 90% las conclusiones deben redactarse de un modo no categórico, utilizando términos tales como «muerte consistente con… La honestidad científica es fundamental en estos casos ya que nadie está obligado a saberlo todo y mucho menos a ser dueño de la verdad absoluta. Cuando se labora con apego a las evidencias se reduce el margen de error a una mínima expresión con lo que se garantiza una interpretación correcta.

El Código procesal penal vigente requerirá de pruebas periciales cada vez más sofisticadas y sostenibles por el brazo fuerte de la ciencia. Hay que adecuar el concepto de peritaje medico-legal a las exigencias de los nuevos tiempos. Es deber de los especialistas de la medicina colocarse a la altura de las futuras demandas, a fin de poder mantener un paralelismo con el avance del sistema jurídico nacional.

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