Perito Moreno, el diamante azul

Perito Moreno, el diamante azul

Situado dentro del Parque, el Perito Moreno se ha convertido ya en un icono universal, una de las referencias turísticas que atraen y justifican, por ser un desplazamiento de 13.000 km. que para todo el mundo constituye el paradigma de los glaciares.

El campo de hielo patagónico

Ese disfrute, para ser completo, precisa de unos mínimos datos, un mínimo conocimiento sobre lo que vamos a ver. Y, cómo no, limpiarse de tópicos. El primero de ellos afecta a su localización geográfica. Cuando uno viaja a El Calafate, la ciudad y el aeropuerto más cercano, uno tiene la sensación de viajar a una zona polar. Sin embargo, aún estamos lejos del Polo. Ubicada en el hemisferio sur, su latitud es equivalente a la de la ciudad de Londres, en el hemisferio norte. 

Por eso, en la ciudad de El Calafate el clima no es extremo. La temperatura media máxima de verano es de 18 grados centígrados, y la media mínima de invierno es de -2 grados centígrados. Las lluvias adoptan regularmente forma de nieve que inunda el Parque 300 de los 360 días del año.

En 60 kilómryto, todo cambia. Y la sensación de frío, es mucho más intensa. Cuando ingresamos en el Parque Nacional, estamos adentrándonos en el Campo de Hielo Patagónico, la tercera masa de hielo más grande del mundo, después de la Antártida y Groenlandia. Se trata de una ingente masa glaciar de 400 por 80 km, cuyo rasgo principal es la fuerza del viento que la azota permanentemente, sobre todo en invierno. Una particularidad que la coloca en un primer puesto en cualquier ranking que valore las dificultades objetivas para cruzarlo. 

El Campo de Hielo Patagónico, que agrupa a 356 glaciares, es la mayor acumulación de agua sólida fuera de los polos. Entre ellos, el Perito Moreno es el más imponente, el más famoso, con un frente de 5 Km. y una altura de más de 60 metros sobre el nivel del agua. Y el Upsala, una lengua de hielo de 50 km. de largo, 10 de ancho y varios cientos de metros de espesor, el más extenso de toda Sudamérica, más de tres veces la ciudad de Buenos Aires.

Las permanentes nevadas las originan los vientos templados que llegan del Océano Pacifico que, al chocar con la cordillera de los Andes desde el lado chileno, y enfriarse bruscamente, aseguran las precipitaciones necesarias para la supervivencia de los hielos. En cambio, las mesetas esteparias de la Patagonia Argentina son tan áridas justamente porque la humedad permanece retenida sobre las planicies de hielo y sobre los cerros que están a su alrededor.

El Moreno: el tributo a un héroe nacional

La exploración del Campo de Hielo Patagónico precisó de grandes hombres y de grandes esfuerzos. Nadie que no conozca la historia imagina que perito significa simplemente eso: un perito, un experto en algo, en este caso, en los hielos patagónicos.

El perito Francisco Parcasio Moreno, médico, naturalista y geógrafo argentino,(1852-1919) parece un personaje nacido de las novelas de Julio Verne. Desde que cumplió los 20 años, realizó múltiples viajes a la Patagonia. Recorrió el Río Santa Cruz hasta su nacimiento, descubriendo un gran cuerpo de agua al que llamó Lago Argentino. Descubrió también el lago San Martín, avistó el Viedma y el Cerro Chaltén, al que identificó como un inmenso volcán.

Se trata de un hombre muy querido, un héroe nacional argentino. Por dos razones: primero, porque fue el experto que participó, en representación de Argentina, en el arbitraje internacional efectuado por su Majestad Británica, que dirimió, en 1898, los problemas fronterizos con Chile. Se trataba de marcar una línea divisoria, en medio del campo de hielo, que definiera el principio y final de cada país.

La fauna y flora del parque

La excursión para acercarse y divisar los glaciares lleva algunas horas, casi dos para llegar al Perito y cuatro, de las que tres se consumen en barco, para acercarse al Upsala. Y otras tantas para volver. Un tiempo que permite observar la fauna y la flora del Parque Nacional. Y disfrutar de paisajes e imágenes espectaculares.

Podemos divisar tropillas de guanacos, de la familia de los camélidos nos dicen, un animal parecido a la llama. Un sinfín de pequeñas lagunas, alimentadas por aguas de deshielo, constituyen lugares donde recalan aves acuáticas, en las que podemos disfrutar de la elegancia de los flamencos, de los cisnes de cuello negro; de otras aves llamadas patos vapor y de grandes concentraciones de cauquenes. Nos informan que los predadores mayores de la zona son el puma y los zorros colorado y gris.

El cóndor andino, al que podemos divisar haciendo círculos en lo más alto, el águila mora y el ñacurutú –lechuza de gran tamaño que anida en el Parque-, forman parte también de la avifauna que habita en el lugar.

En cuanto a la flora, se distinguen claramente dos zonas: por un lado la zona seca, la estepa, representada por ejemplares de mata torcida; por otro, la zona húmeda, el bosque, constituido casi exclusivamente por lengas que se localizan en mayor medida en las zonas costeras de los lagos. En los lugares de clima más atemperado crece el guindo, el árbol más sensible al frío.

La visita a los glaciares

La masa de hielo del Campo Patagónico se mueve, en promedio, alrededor de 170 metros por año, pero también más deprisa. Pero ese movimiento es desigual. El Perito Moreno, por ejemplo, avanza casi dos metros al día, lo que permite al turista, en las dos o tres horas que dura la visita, oír como cruje y disfrutar con el desprendimiento de agujas y témpanos de hielo sobre el lago Argentino. Otros glaciares, como el San Rafael, son aún mucho más rápidos: alrededor de 17 metros por día. La rapidez del deslizamiento de ciertos glaciares es, también, efecto de la gran cantidad de agua producida por derretimiento y precipitación, que termina accediendo y lubrificando el fondo rocoso.

La singularidad del Perito Moreno es que, al deslizarse sobre el lago Argentino, se apoya sobre la península Magallanes, separando en dos partes incomunicadas las aguas del lago. El resultado de esa incomunicación es que el nivel de las aguas del brazo Sur crece varios metros, hasta 10 o 12, hasta que la presión ejercida por el agua acumulada rompe la lengua del glaciar que atasca el intercambio. Ese fenómeno, que provoca el nacimiento de un puente de hielo entre la península y la lengua del glaciar, se produce cada tres o cuatro años.  

Los trozos de hielo que observamos caer o flotando en el lago, de muchas toneladas de peso, fueron nieve hace muchos cientos de años, miles probablemente. El espectáculo es hermoso, indescriptible. Agujas de 50 metros de intenso color azul se perfilan sobre el contorno de las montañas. 

Después de disfrutar del Perito, la navegación, al día siguiente, por las muy azules aguas del lago Argentino en dirección al Upsala es otro espectáculo maravilloso. La pared del glaciar aparece a lo lejos entre nosotros. El barco se acerca poco a poco hasta la misma pared del glaciar Upsala. EFE-REPORTAJES

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