Perro huevero, aunque le quemen el hocico

Perro huevero, aunque le quemen el hocico

HAMLET HERMANN
Ted Turner redujo las dimensiones del mundo al tamaño de una pantalla de televisor al fundar el Cable News Network, mejor conocido como CNN. Recibir noticias de todo el mundo durante veinticuatro horas los siete días de la semana convirtió a la humanidad en espectador privilegiado de cuanto ocurría en el globo terráqueo. Y muchos empezaron a creer todo cuanto decía y mostraba CNN.

Hasta los jefes de Estado se enteraban por ese medio de sus propios problemas internos. La credibilidad de CNN nació con ella y le abrió las puertas del mundo a Ted Turner y al magnífico producto que creó.

La verdad pasó años después a ser una mercancía escasa en CNN. Como hito del surgimiento de su intolerancia informativa puede situarse el castigo impuesto al corresponsal neozelandés Peter Arnett. Ese ganador del premio Pulitzer osó narrar objetivamente lo que sucedía en Bagdad durante la primera invasión estadounidense contra Irak en 1991. Tuvo lugar la venta de esa joya a la empresa Time-Warner y, como por arte de magia, la objetividad de las informaciones fue derivando hacia la derecha fundamentalista y republicana, tal como ha ocurrido en la Casa Blanca y en el gobierno de Estados Unidos.

Y la manipulación de informaciones pasó a ser la norma más que la excepción. En ese mismo 1991, CNN publicó imágenes de una celebración de ciudadanos palestinos diciendo que había ocurrido en otro lugar para favorecer la imagen del agresivo estado de Israel y contribuir a desacreditar a Yasser Arafat. Al ser descubiertos en flagrante delito, pidieron excusas y culparon a descuidados técnicos en la empresa. Una década ha pasado y como perros hueveros han seguido publicando imágenes al tiempo que trastocan los lugares. No debió sorprendernos cuando hace poco publicaron las imágenes de un multitudinario acto a favor de Hugo Chávez diciendo que correspondía a la oposición del gobierno venezolano recogiendo firmas para un referéndum. De nuevo surgieron las coartadas mientras la culpa caía en los pobres técnicos.

La manipulación de CNN se agravó tanto durante las invasiones estadounidenses contra Afganistán e Irak que no tuvieron otra salida que exponer ante las cámaras a Rena Golden, vicepresidenta ejecutiva y directora general de CNN Internacional, a admitir que ellos practicaban la censura al reportar esas guerras. La razón aducida fue que, como la mayoría del pueblo estadounidense apoyaba las acciones bélicas, las manipulaciones eran aceptadas porque así se daba apoyo a las tropas que ocupaban esos países.

La credibilidad de CNN ha sido muy lesionada por sus propias actuaciones. CNN ha llegado hasta el extremo de establecer manuales de redacción de noticias en base a la manipulación de éstas. Por ejemplo, cuando Israel arremete contra Palestina, cosa que ocurre a cada momento, no se habla de “ofensiva israelí”, sino de “escalada de la violencia”. De la misma manera, la invasión israelí contra un país soberano como Líbano se convirtió en “despliegues para rescatar soldados secuestrados”. Y cuando Hezbolá derrotó esas agresiones, su defensa de la soberanía se transformó en “actos terroristas”. Asimismo, todo tipo de agresión israelí contra los palestinos o los bombardeos indiscriminados de los estadounidenses contra Faluja pasan a ser algo tan vago como “enfrentamientos”.

En estos días, la manipulación le tocó al documental de Michael Moore “Sicko”. Fue tan exagerada la tergiversación que Moore y el especialista médico de CNN, de apellido Gupta, fueron a debatir ese fraude al programa de Larry King. Moore demostró entonces que CNN mentía falsificando cifras: para negar que el sistema de salud de Cuba es de los mejores del mundo aún cuando sus gastos promedio por persona son de 25 dólares por persona. Mientras, Estados Unidos gasta cerca de 7 mil dólares por cada ciudadano y evidencia mayores deficiencias que los antillanos. Todo porque se privilegian las ganancias del sistema privado de salud y de las empresas farmacéuticas.

Nadie debe hacerse la ilusión de que CNN vaya a variar ese comportamiento manipulador. Pero, por lo menos, debe uno estar consciente de que cuando los sintoniza, estará viendo lo que los fundamentalistas de la Casa Blanca desean, aún cuando no coincida con la verdad.

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