Perros de asistencia para niños con autismo

Perros de asistencia para niños con autismo

Luka, Owen, Sol, Lego, Simba y Ella llegaron al Centro de Atención Integral para la Discapacidad (CAID) Santo Domingo Oeste con la misión de cambiar vidas.
Ellos son seis perros entrenados que fungen como asistentes de los terapeutas para tratar niños con condición de autismo y parálisis cerebral. Una especie de activadores de emociones que inciden en beneficios psicológicos, psicomotores, sensoriales y educativos en estos pequeños y en una indescriptible alegría y esperanza para los padres.
La ciencia ha comprobado la eficacia de las terapias con animales en estos y otros casos, como síndrome de Down y adolescentes en riesgo. Países como Canadá, Estados Unidos, Chile, España, Colombia, Argentina y Guatemala han sido los promotores. Con este hermoso cometido se utilizan delfines, caballos y perros.
Innovación. En nuestro país, a través del CAID, se comenzó a innovar con este tipo de terapias empleando perros, por ser estos los que garantizan mayores resultados. La compañía del perro estimula en estos niños habilidades comunicativas que los conectan con el mundo exterior e incluso van poco a poco quebrantando el aislamiento que los hace reacios a las formas convencionales de intervención. ¡No en vano el dicho que reza ‘el perro es el mejor amigo del hombre’, en este caso, de estos angelitos!
El perro es un estímulo multisensorial: estimula el sentido de la vista, olfato, oído y tacto. No juzga y a través de los entrenamientos se convierte en una fuente de aceptación incondicional, pues se acerca a las personas independientemente de su condición o aspecto.
En el CAID, en poco tiempo se habla de resultados; por ejemplo, “un niño con autismo severo que tenía mucho tiempo sin interactuar, no hablaba, ni hacía contacto visual, en la primera sesión con el perro, ya estaba jugando e intentando interactuar’’, puntualizó Giovanny Scala, adiestrador y técnico de interacciones asistidas con animales de la Asociación Dominicana de Animales de Terapia y Servicio (ADATS).
Estos seis caninos llegan al CAID a través del ADATS, entidad que nació en el 2015 con el fin de entrenar animales para participar como estímulo en terapias a niños con necesidades específicas.
“En el CAID se está haciendo un estudio exploratorio con el perro Luka sobre el impacto de las interacciones en los pacientes, y con los demás perros se está llevado a cabo una terapia motivacional para que todos los niños tengan mejores resultados en un menor tiempo’’, destacó Karen González, presidenta de ADATS.
Las intervenciones asistidas con animales (IAA) no son una terapia en sí, sino un complemento para las intervenciones terapéuticas que realizan los profesionales (psicólogos, fisioterapeutas, fonoaudiólogos, nutricionistas, médicos y terapeutas ocupacionales).
La psicóloga Mariel Durán, encargada de Apoyo Psicopedagógico del CAID y coordinadora del programa de terapias asistidas con perros, nos cuenta que el centro ofrece estas terapias de forma gratuita como parte complementaria e interventora de las terapias que el niño recibe.

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