El temor invade a personas que viven en comunidades en residenciales de San Pedro de Macorís, debido a la constante persecución de agentes de Migración y la Policía a los obreros haitianos que trabajan en construcciones y que arman “corre-corre”.
Indican que esas acciones causan intranquilidad, debido a que los extranjeros corren de un lado a otro para huir de la persecución.
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Entre esos residenciales están Naíme I, II y III, Altos de San Pedro, Villa España, Villa Marina, Cañaveral de Oriente y otros, donde sus residentes se quejan de la acción y le piden a las autoridades hacer las detenciones, pero de forma adecuada.
Santo Sánchez, dirigente de la Confederación Nacional de Trabajadores Dominicanos (CNTD), entiende que el Gobierno debe respetar los protocolos que establecen el Derecho Internacional, ya que es universal consagrado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
“Creo que el hecho de que el país sea soberano de detener o deportar a un ciudadano extranjero, esto no le da la potestad para violar los derechos humanos, por lo que entiendo que la dirección de Migración debe de adoptar esos protocolos que establece el Derecho Internacional, por lo que la migración debe ser basada en esos instrumentos”, señaló.