La ley de Protección a los Envejecientes es un mito en la República Dominicana. Cada día por diversos motivos las personas que aún viven después haber cumplido más de 65 años sufren del desprecio, la burla y otras cosas. Ahora le gravan sus ahorros en los bancos, los alquileres y si tienen dos o más viviendas en alquiler, le suprimen la exoneración del pago del Impuesto sobre la propiedad que habitan si tienen más de un apartamento o casita en alquiler y además  los depósitos en certificados financieros o en cuentas de ahorros. Cosas éstas que tuvieron su origen por la actitud de haberse preparado para una vejez digna, para no depender del Tesoro de la República. Ya todos los dominicanos, que por más de cincuenta, más o menos años de trabajo, fuimos precavidos y economizamos nuestros recursos y pagamos durante todos esos años los impuestos correspondientes según lo establecido por las leyes en vigor, somos castigados con un 10% mensual por los ingresos en intereses o por el alquiler que se recibe, cuando lo que debería hacer el Estado Dominicano, es no lastimar a los envejecientes con esa persecución, porque la mediana clase media puede desaparecer y entonces se verán en la obligación de ofrecerles vivienda, salud pública y alimentación y alimentar una gama muy grande de ciudadanos que podrían pasar a la indigencia y los jóvenes actuales quedar sin incentivos y dedicarse a no tener ahorros y, por tanto, no invertir en nuevos negocios, ni nuevas viviendas ni prepararse técnicamente para el futuro desarrollo del país.

Por consiguiente, después de haberse cumplido por lo menos setenta años de edad, a esos ciudadanos debería disminuírsele el valor de los impuestos por  pagar y la vivienda en que esté establecido el hogar de la familia liberarse de todo tipo de impuestos aún cuando tenga alguna que otra edificación o solar de su propiedad, porque en este país quien logra retirarse apenas le queda patrimonio para sobrevivir, por tanto, deberían ser modificadas todas las leyes que gravan a los envejecientes mayores de 70 años.¡Que se cumpla totalmente con lo establecido en la Ley de Protección a los Envejecientes y tendremos un mejor país!