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Dedicado a todos los jóvenes dominicanos.

La creatividad y el análisis crítico constituyen características esenciales en una persona y herramientas para hacer frente a los nuevos retos que presenta la sociedad, proporcionan distintas eficaces maneras para solucionar los problemas existentes en un mundo tecnológicamente cambiante y globalizado. Desarrollar un espíritu creativo puede revolucionar, positivamente, todas las áreas de nuestras vidas si sabemos poner en práctica algunos principios esenciales para desplegarlo y aplicarlo. Cuando se anima el espíritu creativo se despierta el deseo de innovar, de buscar nuevas formas de convertir proyectos en realidad.

Sin embargo, en la actualidad no se está estimulando, a nivel global, el pensamiento creativo de modo adecuado, los puntos referidos a continuación, así lo establecen:

– “El 75% de los estadounidenses consideran que no están utilizando su potencial creativo”. (Advertising age).

– “A la edad de 5 años, estamos utilizando alrededor del 60% de nuestro potencial creativo”. (Creating Minds).

– “Se ha visto un decrecimiento significativo de la creatividad de los niños estadounidenses desde Kinder hasta el sexto grado”. (Washington Post).

Debemos ser conscientes de que desarrollar esta habilidad está al alcance de todos los que sienten la necesidad de probar y de explorar nuevas posibilidades. Daniel Goleman, Paul Kaufman y Michael Ray, en su libro “El espíritu creativo”, nos demuestra los pasos básicos en el proceso creativo que implica la solución de un problema:

1. Preparación: momento de inmersión en el problema: buscar la información que pueda resultar relevante. El objetivo de esta etapa es reunir una amplia gama de datos y ser receptivo, abriendo las puertas para que elementos insólitos e improbables puedan entrar y encajar en el proceso creativo.

2. Frustración: ocurre cuando la mente analítica, racional, alcanza el límite de sus habilidades en la exploración que busca solucionar un problema.

3. Incubación: esta es la etapa de digerir todo lo que ha sucedido. El inconsciente almacena lo que sabes y conoces, incluyendo lo que no puedes evocar rápidamente al nivel consciente. En él se encuentra nuestra intuición e imaginación, no existen juicios auto censurables, las ideas son libres, se combinan entre sí en esquemas nuevos y asociaciones impredecibles.

4. Después de sumergirnos en un problema, advienen excelentes resultados. Necesitamos disponer de un espacio en el que callen los parloteos mentales, las críticas y altoparlantes de nuestra mente con respecto a lo que somos y a lo que estamos haciendo.

5. Iluminación: de repente, se produce la respuesta como salida de la nada. Luego tomamos las ideas y la transformamos en acción. Traducir nuestra iluminación, en realidad, transformar nuestra gran idea en algo más que un simple pensamiento pasajero, en útil para nosotros y para los demás.

El entorno social de la creatividad es, en general, el campo o ámbito en el que nos desempeñamos.

La creatividad de un individuo se circunscribe en algo específico. En ese sentido, Gardnet expresa que un individuo creativo es alguien que es capaz de resolver un problema o ocurrírsele algo original, convirtiendo, la ocurrencia en un producto valorado. La persona creativa tiene que presentar este tipo de acción con regularidad. No es algo fugaz y coyuntural, es un estilo de vida.

La creatividad debe reunir, en esencia, elementos claves: originalidad, oportunidad y la receptividad del público en su ámbito de experticio. Viene entrelazada al liderazgo como puente que permite el paso de la nueva idea a la sociedad.

Las personas creativas prueban diferentes maneras de realizar las cosas y hay mayor riesgo de cometer errores, sin embargo, esto forma parte del crecimiento creativo. Es necesario tener la valentía de caminar por este sendero, aunque sea más difícil, garantizando, de este modo, resultados innovadores y útiles. En nuestra próxima entrega, presentaremos cómo debe asumirse este tipo de retos y cómo impacta en la educación y el mercado empresarial de la sociedad actual.

Investigadora asociada: Julissa Lluberes.