Según un análisis del Observatorio Político Dominicano de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (OPD), el Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) de 35 miembros solo tiene un 17% de sus miembros son mujeres; el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), de 35 miembros, el 11% de la matrícula de su Comité Político pertenece a mujeres, el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) de 24 miembros en su Comisión Política solo el 20% equivale a mujeres y el Partido Revolucionario Moderno (PRM), de 50 miembros que tiene en la Comisión Ejecutiva, solo siete son mujeres, lo que equivale al 14%.
Esta baja participación de las mujeres en las esferas de dirección de los partidos políticos es una clara evidencia del predominio masculino dentro de las instituciones llamadas a promover y propiciar espacios democráticos con enfoque en la igualdad de género.
En las elecciones del 2016, tanto a nivel nacional como local la participación de la mujer fue muy inferior a las nominaciones de los hombres, como candidatas a alcaldesas y a las direcciones de los Distritos Municipales no alcanzaron el 17% respectivamente. Es resaltable el hecho de que la mayor cantidad de mujeres postuladas en estas elecciones fueron para Diputaciones, Vice- Alcaldías y Regidurías.
Al desagregar estos datos se analiza que en la cantidad de mujeres electas a cargos municipales hay desproporción en relación a los hombres electos; de los 3,842 cargos electos a nivel municipal 1,381 corresponden a mujeres, en cambio los hombres tienen una mayor preponderancia al ocupar 2,456 cargos.
El Congreso de la República Dominicana es un órgano legislativo conformado por el Senado de la República y la Cámara de Diputados. El Senado está conformado por 32 legisladores, de los cuales solo 3 mujeres fueron electas, lo que equivale al 9.6%.
En cuanto a la Cámara Baja, de 178 Diputados por circunscripciones solo 49 son mujeres, lo que representa el 28% de la matrícula de dicha Cámara; y 7 Diputados en el Exterior 2 son mujeres, lo que equivale a un 33%, y de 5 diputados a nivel nacional solo 2 son mujeres, lo que equivale a un 40%.
En República Dominicana, actualmente existen 23 Ministerios, de los cuales solo 3 están dirigidos por mujeres, el Ministerio de la Mujer, el Ministerio de la Juventud y el Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología (MESCYT), equivalente a un 17.6%.
Según el estudio titulado “Más Mujeres, Más Democracia: Desafíos para la igualdad de Género en la Política”, La República Dominicana se encuentra entre los países con menor representación de las mujeres a nivel ministerial, y ocupa en el 2017 el quinto lugar más bajo con un porcentaje de tan solo 17.3% de los cargos, de un promedio regional de 24.55%.
Nosotros como movimiento aspiramos: a que desde las políticas de estado ya existentes y a través de los organismos facultados se debe promover y fortalecer la formación política con equidad de género, para generar un cambio cultural que permita garantizar una mayor participación de la mujer en los espacios de la vida pública y los procesos políticos.
A las mujeres dominicanas, se les debe garantizar el acceso a espacios de poder, esto implica mayor participación en las estructuras de dirección de los Partidos Políticos, que es donde se toman las decisiones que pueden contribuir a democratizar la participación política de la mujer a nivel interno.
Las instituciones públicas que no cumplen con las políticas de inclusión establecidas en el marco jurídico nacional y asumidas desde la estrategia nacional de desarrollo y los ODS, se les debería no solo observar la falta de práctica si no que se establezca un régimen de consecuencia claro y determinante para descontinuar la mala práctica de la exclusión hacia las mujeres.
Llamamos a las organizaciones: políticas, de sociedad civil, comunitarias y eclesiales a fortalecerlos procesos de lucha y demandas que llevan los movimientos de mujeres dominicanas por la dignidad e inclusión de las mujeres en temas de Salud pública, educación, visibilizacion e inclusión en la política, es momento de contribuir al avance y colocar a las mujeres en los lugares de poder que pese a las grandes brechas han alcanzado, es momento de que las mujeres se coloquen en el lugar que históricamente han debido estar en el ejercicio de la política democrática, participativa e inclusiva.