En América Latina y el Caribe aún persisten los grandes desafíos que ha enfrentadola humanidad en los últimos años y que limitan alcanzar el grado de desarrollo y equidad social que todos deseamos para nuestros pueblos.

La afirmación es los más de 400 participantes de 34 países en el V Encuentro Latinoamericano y del Caribe de Biotecnología Agrícola que se celebró en el país.

El grupo alertó a los gobiernos, a las instituciones y a la sociedad en general de que es necesario establecer regulaciones en biotecnologías, orientadas a asegurar el mejoramiento sostenible de los niveles de vida de los pueblos, principalmente los que viven en condiciones de marginalidad, sin incurrir en las sobre regulaciones.

También están latentes la pobreza, la inseguridad social, la falta de alimentos, las epidemias, la deforestación, la contaminación ambiental y los cambios climáticos, dice la declaración de Boca Chica de Redbio 2004, leída por el doctor Rufino Pérez Brennan, presidente del Comité Organizador del evento.

Además han surgido otros desafíos, como bioterrorismo, la escasez de agua, la reducción del área cultivable y la aparición de nuevas plagas y enfermedades. La persistencia de estos problemas, a pesar de los esfuerzos desplegados por nuestros países, reclama una activa y concreta agenda futura que propulse el desarrollo regional y propugne por el bienestar de nuestros pueblos.

Los científicos, investigadores, reguladores y participantes, miembros de la red Redbio/FAO, las instituciones anfitrionas dominicanas de Redbio 2004 (IDIAF, CEDAF y CONIAF) y los miembros de la Fundación Eedbio Internacional reunidos en Boca Chica, como parte de las actividades de este encuentro, declaran:

Como meta del milenio en el ámbito de la biotecnología se establece que las aplicaciones biotecnológicas deben orientarse hacia un mejoramiento sostenible de los niveles de vida de los pueblos, en especial de los sectores afectados por condiciones de marginalización enfocando los desarrollos de la biotecnología en torno a los problemas mas acuciantes de pobreza, inseguridad alimentaria, desnutrición, insalubridad ambiental, enfermedades y agotamiento progresivo de los recursos naturales.

Se urge priorizar las inversiones en torno al acceso, desarrollo y validación de paquetes tecnológicos que conduzcan al uso de las aplicaciones biotecnológicas.

La región tiene la gran necesidad de invertir en la

generación de recursos humanos en el área de la biotecnología para poder hacer viable la integración, acceso y aplicaciones biotecnológicas en nuestros países.

Bajo nuestro concepto, la biotecnología es absolutamente compatible con la agricultura orgánica, la ecológica, la limpia, la natural y cualquier otra denominación que promueva la inocuidad de los alimentos, la salubridad del medio ambiente, la protección y conservación de los recursos naturales y la ética humana.

La biotecnología moderna es una herramienta con potencial enorme en combate de estos problemas planteados, y por lo tanto, deben ser parte esencial de esta agenda, expresa.

El documento dice además que la biotecnología comprende un conjunto de herramientas que pueden ser usadas para el aprovechamiento sostenible para incrementar la cantidad y calidad de alimentos para la identificación de variedades y razas de animales, así como de plantas con mejores características para generar semillas mejoradas y con mayor vigor.

La biotecnología además viabiliza una mayor producción y diversificación de los insumos esenciales para la vida, es una herramienta importante en los servicios ambientales frente al desafío que representa el manejo y reciclaje de desechos y la gestión ambiental.

Explica que todas estas ventajas son elementos necesarios para la sostenibilidad de los sistemas productivos y del ambiente e indispensables para sustentar la alimentación de 2000 millones de personas para el año 2020.

Agrega que mientras se reconoce la gran gama de aplicaciones de la biotecnología, su uso requiere que nuestros países cuenten con marcos regulatorios que garanticen la bioseguridad, la inocuidad de los alimentos, la propiedad intelectual y normas claras para el manejo y conservación de la biodiversidad.

Señala que consecuentemente, los países de la región tienen que abocarse inexorablemente a la implementación de esos marcos legales para permitir el aprovechamiento pleno de las aplicaciones de la biotecnología.

Esas estructuras bioregulatorias, siempre apoyadas por los científicos y expertos nacionales deben ser establecidas, de manera que sirvan de plataforma amigable para el desarrollo y uso de las biotecnologías para fomentar la competitividad y agilizar el comercio.

De esa manera, nuestros países estarían mas prestos a competir con los mercados, al generar riquezas y productos inocuos, dice el documento de los participantes de Redbio 2004 celebrado del 21 al 25 de este mes.

Es evidente también que para ganar conciencia sobre los beneficios de la biotecnología se necesita fortalecer el aspecto de comunicación mas allá de las fronteras de las universidades. Se necesita educación, comunicación, compartir la visión y una apertura que de paso a la participación de todos en el espectro de esta sociedad.

Apoyamos la avanzada responsable y racional de la biotecnología en la genómica que conlleven a bio descubrimientos en el ámbito de la alimentación, medicina y la industria, siembre respetando la vida y la armonía con la ética humana y la propiedad original de los recursos, expresa.

En la clausura intervinieron además el secretario técnico de Redbio/FAO, doctor Juan Izquierdo; el director ejecutivo del IDIAF, ingeniero Angel Castillo, y el director ejecutivo del CONIAF, doctor Rafael Ortiz Quezada.

En la mesa principal del evento también estuvieron el representante de la FAO en el país, señor Antonio Morales Mengual; la directora ejecutiva del IDIAF, doctora Altagracia Rivera de Castillo ; el ex secretario de Agricultura, ingeniero Eligio Jáquez, y la señora Alicia Diamante, de la Fundación Redbio Internacional.

Izquierdo hizo un recuento preciso de las conclusiones, productos y nuevas iniciativas de Redbio 2004, en el que trabajaron 94 técnicos, expertos y personal de apoyo dominicanos.

Resumió la productividad técnica del evento de esta manera: 206 posters, 46 sesiones, 207 presentaciones, un 90 por ciento regionales, producto de la biotecnología de América Latina, y 60 participaciones de clase mundial, así como 10 posters mundiales.

Además el Comité Organizador Nacional de la actividad permitió que 60 becas nacionales y 16 becas internacionales fueran entregadas a distintos estudiantes e investigadores jóvenes que presentaron sus trabajos. Eso es en adición a las becas que se generaron en las distintas coordinaciones de Argentina, Brasil y Colombia, entre otras.