Persiste malestar entre Bush y Zapatero

Persiste malestar entre Bush y Zapatero

WASHINGTON (AFP).- El mandatario estadounidense, George W. Bush, recibió en la Casa Blanca al ex presidente del gobierno español José María Aznar, e invitó a los reyes de España a su rancho de Crawford, dejando patente el malestar con el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, con quien no habló desde su reelección.

   Tras la victoria de Bush en las elecciones del 2 de noviembre, el presidente del gobierno español envió un telegrama de felicitaciones y también intentó transmitirlas por teléfono, pese a haber manifestado hace varios meses su deseo de que el demócrata John Kerry ganara la contienda electoral.

   El presidente estadounidense no atendió su llamada y todavía no la devolvió. En cambio, sí aprovechó la presencia de Aznar en la capital para recibirlo en el despacho oval de la Casa Blanca y hablar con él durante unos 40 minutos.

   «Fue una reunión entre amigos», explicó el político español un día después en la prestigiosa universidad de Georgetown, en Washington, de la que ha sido nombrado profesor asociado. «Tengo varios amigos en Estados Unidos y uno de ellos es el presidente», aseguró.

   Aznar, probablemente el primer político extranjero en ser recibido por Bush tras su reelección, apoyó la guerra contra el régimen de Saddam Hussein, pese a la oposición de cerca del 90% de la población española, y envió tropas a Irak para participar en la reconstrucción del país árabe.

   Tras derrotar al conservador Partido Popular (PP) en las elecciones de marzo pasado, Zapatero anunció la retirada de las tropas españolas desplegadas en Irak, al considerar «ilegal» la guerra lanzada contra Saddam Hussein por carecer del aval de la ONU.

   Bush «lamentó» la decisión en una conversación telefónica con Zapatero y le pidió que «considerara cuidadosamente las futuras acciones para evitar dar una falsa idea a los terroristas o a los enemigos de la libertad en Irak», en alusión a los atentados de Madrid ocurridos unos días antes de las elecciones.

   Desde entonces, las relaciones entre ambos países toparon con varios problemas. El pasado 12 de octubre, el embajador de Estados Unidos en Madrid, George Argyros, causó una fuerte polémica al no participar en los actos oficiales de la fiesta nacional española, que había dado lugar un año atrás a un incidente con Zapatero.

   El entonces jefe de la oposición, no se levantó al paso de la bandera estadounidense, considerando que la presencia de esta enseña no era adecuada tras el lanzamiento de la guerra en Irak a la que se había opuesto.

   Por si el mensaje no había quedado claro tras el encuentro con Aznar en la Casa Blanca, Bush convidó a los reyes de España a su rancho de Crawford (Tejas, sur), donde recibe habitualmente a los dirigentes extranjeros a los que más aprecia. Uno de ellos fue precisamente el ex jefe del gobierno español.

   Los reyes almorzarán en el rancho el próximo 24 de noviembre, anunció este viernes el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan. Llegarán a Texas tras una visita de dos días a Seattle (noroeste) y tras su participación en la Cumbre Iberoamericana el 19 y 20 de noviembre en San José de Costa Rica.

   Esa invitación, que permite a Bush tener a un interlocutor en Madrid, sin pasar por Zapatero, ha sido celebrada oficialmente como «una buena noticia» por el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos.

   «Las relaciones de Aznar con Bush no nos deben preocupar. Aznar se hacía fotos, pero nosotros obtendremos resultados», aseguró.

   Para lograrlo, el rey Juan Carlos puede ser la clave. Una fuente diplomática adelantó el jueves que el Ejecutivo español prepara una visita oficial de los soberanos españoles a Estados Unidos para 2005. Los príncipes efectuaron una gira por dicho país en octubre pasado.

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