POR MANUEL JIMÉNEZ
Pese al abrazo y las sonrisas que se intercambiaron, los secretarios de Turismo y de Medio Ambiente volvieron a poner ayer en evidencia sus diferencias en torno a la visión que ambas dependencias tienen sobre el desarrollo de proyectos turísticos en áreas conflictivas, especialmente en la costa de Pedernales, en el lejano sur del país.

Félix Jiménez y Max Puig, titulares de Turismo y Medio Ambiente, respectivamente, coincidieron ayer en la reunión que encabezó en el Palacio Nacional el presidente Leonel Fernández con los integrantes del Consejo Nacional de Competitividad.

Antes del encuentro, celebrado en un salón de la tercera planta, ambos funcionarios se presentaron sonrientes y con evidente  buen humor ante la prensa.

Ambos funcionarios lucen enfrentados a propósito del proyecto del consorcio francés Argo para desarrollar un proyecto de seis hoteles ecológicos en la costa de Pedernales, abarcando Bahía de las Águilas, en el sur del país, a un costo de US$600 millones.

Ayer, Puig no estuvo de acuerdo con el concepto de “áreas liberadas” que utilizo el secretario de Turismo para referirse a aquellas zonas del país donde la actividad turística puede convivir con la naturaleza. “Esa es una de las pequeñas diferencias que tenemos,  en la Secretaria de Medio Ambiente no reconocemos áreas liberadas”.

De otro lado, aunque el secretario de Turismo pidió esperar la presentación del impacto ambiental con que cuentan los promotores del proyecto de Pedernales, Puig aclaró que Medio Ambiente tiene ya un estudio realizado por una universidad española.

Jiménez, que fue el primero en responder a las preguntas de los periodistas, recordó que en las primeras declaraciones públicas que ofreció al asumir el cargo habló de un plan para crear cuatro mil habitaciones y generar igual número de empleos en las zonas liberadas. Sin embargo, dijo que después de una serie de contactos con ambientalistas en Europa y de algunos viajes promovidos por la Organización Mundial de Turismo (OMT) para observar el desarrollo de proyectos turísticos en zonas tan frágiles como la de Pedernales, “hemos adoptado una línea completamente diferente”.

Aseguró que existe otro concepto en la implementación de proyectos de ecoturismo y aclaró que nunca se ha negado que quien tiene la facultad para evaluar los estudios de impacto ambiental que se hagan es la Secretaria de Medio Ambiente.

“Dentro de las pequeñas diferencias que tenemos, el secretario de Turismo acaba de hablar de áreas liberadas, nosotros entendemos que no hay tales áreas liberadas”, dijo el secretario de Medio Ambiente.

Puig dijo, no obstante, que esas son las cosas que “nosotros vamos a dilucidar” en un eventual encuentro a que convoque el presidente Leonel Fernández.

Puig, en alusión a los estudios de impacto ambiental que ha hecho la Secretaria de Turismo, aclaró que su departamento también ha hecho estudios y recordó que el propio presidente de la República le pidió a la Organización de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente que hiciera una evaluación de la zona.

Reveló que, incluso, en días pasados estuvo en el país un experto y que está pendiente otra visita de una misión de expertos extranjeros. “Todas esas cosas nosotros la vamos a dilucidar, nos vamos a sentar en la mesa”, garantizó el secretario de Medio Ambiente.

Felucho Jiménez, de su lado, explicó que en los estudios de impacto ambiental que poseen los promotores del proyecto de Pedernales participaron ambientalistas franceses y cubanos. Esa empresa vendrá al país a mediados de abril para discutir el proyecto con las dependencias del gobierno que manejan el tema y todos los grupos ecológicos “porque no hay nada que ocultar”. “Están dispuestos, Max, a que organismos internacionales vengan a evaluar los estudios que ellos mismos han preparados”, dijo.

Previo a estos aclaraciones, ambos funcionarios se habían mostrados conciliadores.

“La gente tiende siempre a pensar aquí que la sangre llegará al río, pero la sangre no va a llegar nunca al río porque somos dos alas de un mismo pájaro que es este gobierno. Ambos estamos interesados en procurar lo mejor para el país”, dijo Felucho Jiménez.

Mapx Puig, de su lado, estuvo de acuerdo con Jiménez de que entre ambos no existen diferencias fundamentales en lo que respecta al interés central de desarrollar una obra de gobierno exitosa bajo la conducción del presidente Leonel Fernández.

“Cada uno tiene un ámbito de competencia y de ley. Yo tengo que respetar el ámbito de Medio Ambiente y Medio Ambiente respeta el de turismo y no hay nada que no sea un punto en común que es el presidente de la República”, precisó, entonces, Jiménez.

Puig reconoció que, “como está diciendo Felucho”, en algún momento “puede haber algún desacuerdo, pero en ningún momento desacuerdo fundamental en cuanto a que estamos absolutamente compenetrados en llevar adelante esta obra de gobierno”.

“Diferencia puede haber en cualquier lugar, pero entre nosotros no ha habido diferencia de carácter personal, en lo absoluto”, dijo Puig, quien se empeño en aclarar que “cualquier punto de vista que tengamos nosotros lo dilucidamos de la forma más cortés, más cordial”.

El secretario de Medio Ambiente garantizó que cuando el presidente Fernández convoque para cualquier tipo de encuentro en torno al tema en conflicto “ahí estaremos”. Ya veremos todos los puntos”, recalcó.