Persisten problemas en Tribunal de Tierras

Persisten problemas en Tribunal de Tierras

POR GERMAN MARTE Y UBALDO GUZMÁN MOLINA
El Programa de Modernización de la Jurisdicción de Tierras (PMJT), que se ejecuta con un financiamiento de US$40 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), no ha podido, hasta ahora, mejorar la operación del Tribunal de Tierras y los servicios que se ofrecen están lejos de alcanzar la eficiencia prometida, expresaron ayer abogados, agrimensores y ciudadanos consultados.

Las denuncias apuntan a la burocracia, el «desorden» y la ineficiencia que hay en la institución dependiente de la Suprema Corte de Justicia, lo que provoca perdidas millonarias, ya que retrasa y en ocasiones impide la compra y venta de inmuebles.

Sostienen que para obtener un título de propiedad de un terreno hay que esperar meses y en algunos casos años.

«Para todo es una anarquía. Para todo es una fila de dos y tres horas. Prometen entregar un documento en una fecha y después lo prometen en otra, y al final la gente hasta se cansa», dijo un abogado mientras hacía turno para conseguir un documento.

Marisol Florén, encargada del programa, confirmó que hay inconvenientes en el Tribunal de Tierras, pero consideró que quedarán resueltos en los próximos meses, cuando concluya el proceso de cambio estructural y organizacional de toda la jurisdicción de tierras que se lleva a cabo y que está en proceso.

Una joven, visiblemente enojada, quien rehusó identificarse, dijo a HOY: «Esto sólo se ha modernizado en los carteles que han puesto. Aquí todo ha seguido igual».

Mientras que un empleado del tribunal fue más tajante: «Esto es un desastre. No se ha compadecido la inversión con la modernización».

Juan Montero, de Azua, se quejaba de que desde abril estaba buscando la confirmación de una sentencia, pero que no estaba lista.

Debido a la remodelación y ampliación del tribunal de tierras, las labores, en una parte, fueron trasladadas al edificio de la Liga Municipal Dominicana (LMD), contiguo al del Tribunal de Tierra, donde funcionan el Tribunal de Tierras en la tercera planta y la recepción, que ocupa parte de la primera planta.

Las quejas se suceden una tras otra por la lentitud en la entrega de títulos, cuando se hace una transferencias, se deposita una hipoteca o se busca una certificación. Todos señalan al burocratismo y la falta de personal, como los principales obstáculos en el proceso.

«Antes, cuando se depositaba una resolución, se podían pagar los impuestos inmediatamente, ahora no. Ahora dan una fecha de entrega, pero se pagan los títulos luego. A mí me ha pasado con dos decisiones que tengo pendientes y no he podido pagar los impuestos. Cuando vengo me dicen que está observado, y eso retrasa el proceso», explicó la abogada Aurora Peña, quien hacía turno para conseguir un documento.

Manuel María Mercedes, abogado, explicó que el actual registrador de títulos desconoce resoluciones de la Suprema Corte de Justicia.

Indicó que hay una decisión de la Suprema Corte que estableció que en el caso de que un vendedor o comprador de un inmueble acuda ante el Tribunal de Tierra para conseguir una certificación para saber si determinada propiedad se encuentra gravada, debe ser concedida en un plazo no mayor de diez días, «sin embargo, aquí te ponen a esperar uno y dos meses».

Dijo que la falta de puntualidad y la lentitud en la entrega de títulos genera una situación de incertidumbre en los ciudadanos que acuden en busca del servicio.

De su lado, la abogada Soraya Fernández dijo que para ver a la registradora de títulos hay que estar en el Tribunal a las cinco de la mañana, porque la funcionaria sólo atiende hasta las nueve de la mañana y no recibe más de 20 casos por día, «y a veces a las 7:15 ya no hay cupo» para nuevos turnos.

Mientras tanto, en el departamento de Transferencias, ciudadanos se quejaba por la lentitud en el proceso. Explicaron que en el lugar tardan más de media hora para atender a una persona. Allí sólo hay dos empleadas para atender decenas de casos, lo cual hace más lento la obtención de cualquier documento.

«Aquí no nos atienden. No nos reciben. No hay personal suficiente en un lugar donde se supone que es para recibir el pago de los impuestos», dijo la doctora Yanet Portalatín.

Entiende que debido a la ineficiencia del Tribunal de Tierras todo se paraliza «incluso, se paraliza el pan nuestro».

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