Gobernar con éxito no puede resumirse aisladamente a la toma de decisiones; decretar, promulgar, ordenar. Cada acto debe contar también con el mérito de la oportunidad. Una gestión pública que presupuesta la cobertura total de desayunos para una numerosa población escolar no puede, por alegado papeleo, incumplir exageradamente con los pagos, lo que conduciría a una quiebra transitoria de los proveedores de comestibles y paralizaría el programa. No se justifica aun cuando bajaran las recaudaciones, pues por medios legítimos el Estado puede preservar de manera importante su capacidad de saldar compromisos. Si no hay efectividad para gerenciar un área básica del sistema educativo, los hechos niegan la fanfarria de que el país marcha bien y hacia adelante.
Las autoridades emprenden su obra más cara para un país de múltiples necesidades: El Metro. Pero persiste tiempo después la estela de desarreglo social con familias sacadas de sus techos originales bajo promesas de reubicación decente en un tiempo razonable, mientras parece inminente un trastorno similar a causa de la segunda línea. El gobierno promueve invernaderos y programas de siembra, pero perjudicó notablemente a la agricultura descuidando la creación vital de infraestructuras de mercadeo que estaban en proceso y ha alentado la competencia desleal al permitir importaciones de vegetales.
Miedo absurdo precede la gripe
Sería inaceptable que un comportamiento irracional se generalice como efecto de la versión inicial -ya superada- que señaló a los cerdos como transmisor directo de la influenza que se ha convertido en amenaza de pandemia. Científicos que manejan esta alarma mundial y la propia Organización Mundial de la Salud han dicho claramente que consumir la carne de origen porcino no conlleva ningún riesgo. No es ni remotamente una vía de contagio. La caída de la demanda de este renglón cárnico en el país da a entender que muchos dominicanos creen lo contrario.
Que cese ya ese innecesario comportamiento. Se trata de una reacción alimentada por la ignorancia o la desinformación que lo único que hace es perjudicar. El marrano es parte de nuestra dieta. No hay razón para privarse de él. Y la industria porcina juega un rol muy importante en la economía generando riqueza y empleos. Sigamos con los chicharrones y las chuletas, etcétera.