Personajes de la historia  engalanan la ciudad

Personajes de la historia  engalanan la ciudad

En el transcurso de los años hubo personajes que se destacaron en la historia del país. Una forma de reconocer a algunos de ellos ha sido a través de esculturas que han sido colocadas en distintos sitios, principalmente en la ciudad de Santo Domingo.

Si bajamos la escalinata que está al inicio de la calle El Conde y llegamos al  muro delantero, encontramos que allí se aprecia un pequeño jardín con gramas y palmeras en el cual está el busto del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó (1932 – 1973), colocada en una base de mármol blanco encima de un pedestal enladrillado, la cual es la única que detrás tiene el asta con la bandera dominicana, porque fue presidente del país.  

Así mismo, si llegamos a la explanada que tiene el Alcázar de Colón,  encontramos colocada en un alto pedestal de mármol blanco la estatua de Frey Nicolás de Ovando (1451 – 1510), fundador y gobernador de la nueva ciudad de Santo Domingo, además fue comendador mayor de la orden de Alcántara, la cual tiene en la mano derecha la vara de mando y en la otra un pergamino enrollado.

Igualmente, si retrocedemos para llegar a la calle El Conde frente al cruce de la calle Arzobispo Meriño, encontramos montado en un pedestal de mármol blanco el busto de don Bartolomé Colón (1461 – 1514), fundador en la margen oriental del río Ozama el 5 de agosto del año 1498, para luego ser trasladada a esta parte por Fray Nicolás de Ovando.

También, ya en la calle Las Damas, si nos introducimos al portal de la fortaleza Ozama y transitamos la superficie, centralmente encontramos que montada en un pedestal de mármol blanco se aprecia la altísima estatua de Gonzalo Fernández de Oviedo (1478 – 1557), cronista de la isla Española, alcaide de este bastión de Santo Domingo desde el 1533 hasta su muerte, además fue autor de la historia general y natural de las Indias escrita en este recinto militar, historiador etnológico y naturalista.

Y junto a esta fortaleza se encuentra la estructura colonial de la casa que perteneció a don Rodrigo de Bastidas (1460 – 1527), la cual ostenta un portal del siglo XVIII de características neoclásicas, arqueado con un marco de ladrillos que en cada lateral tiene la mitad de una columna de piedra dórica al la otra parte estar incrustada  en el muro.

Ella está coronada por un tímpano o sea un espacio triangular formado por molduras que encierra el antiguo escudo de armas de Bastidas destruido por los haitianos que nos invadieron, el cual está dividido por una pequeña escultura de santa Bárbara, patrona de los artilleros, tallada en piedra. 

Publicaciones Relacionadas

Más leídas