El personal de enfermería de la República Dominicana tiene que dedicarse al pluriempleo para subsistir, y su periplo abarca los hospitales y las clínicas privadas, así como la atención a pacientes particulares.
La escala salarial de los que trabajan en la Secretaría de Estado de Salud Pública (Sespas) y en el Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS) oscila entre ocho y nueve mil pesos, para los auxiliares y, para los graduados, entre 12 mil, 20,000, 22,000 y 25,000 pesos, dependiendo de los años de servicio.
En la Sespas y en el IDSS hay contratados 17,500 trabajadores de ese tipo, de los cuales el 92% son mujeres.
Del total de enfermeros del sector público sólo 2,500 pertenecen al IDSS. Con relación a las jornadas laborales, cada enfermera atiende entre 60 y 120 pacientes, en contraposición con las normas de atención que establecen que deben ver un máximo de nueve internos.
El personal de enfermería está sometido a tantas presiones, por la naturaleza de su trabajo, que en ese segmento hay una alta incidencia de enfermedades catastróficas como el cáncer, afecciones cardiovasculares y hernias discales.
Esa radiografía de los trabajadores del área de la salud la hizo Minerva Magdaleno, presidenta de la Unión Nacional de Servicios de Enfermería (UNASEM), quien además relató que, en el caso de las enfermeras, la mayoría suelen ser madres solteras, porque el tiempo que dedican al oficio afecta sus relaciones familiares.
Salario. Después de describir el panorama de sus colegas, Magdaleno afirmó que la exigencia de aumento salarial es innegociable, por lo que se suman a los reclamos del Colegio Médico Dominicano (CMD) para que el gobierno mejore los sueldos de los trabajadores de la salud.
Las enfermeras empezaron a negociar con el secretario de Salud Pública, Bautista Rojas Gómez, el ocho de marzo de 2008, cuando les plantearon la necesidad de que se apliquen los incentivos, la creación de 1,500 nuevos puestos, que las pensiones abarquen el 100% del último salario, y que en igual proporción se les incremente el sueldo.
El funcionario se comprometió a gestionar la satisfacción de sus reclamos, excepto, el aumento salarial, según recordó Magdaleno.
Pero las promesas siguen siendo eso, promesas.
De tal suerte, las enfermeras no tienen otro camino que continuar con sus luchas reivindicativas, expresó la gremialista.
Trabajo duro. Para Magdaleno, la renuencia del gobierno a satisfacer las demandas del gremio no se corresponde con el sacrificado trabajo de las enfermeras, quienes laboran en condiciones precarias y con poca protección.
La cifra
5,000 Pesos. Es el salario mínimo que perciben las enfermeras en las clínicas privadas, de acuerdo con Magdaleno.