El presidente de la República, Danilo Medina, lamentó el fallecimiento del veterano periodista Radhamés Virgilio Gómez Pepín, a quien definió como “un talentoso comunicador, de fino olfato para profundizar en las entrañas de la noticia”.

Rafael Molina Morillo, director del matutino El Día, amigo, contemporáneo y maestro del periodismo, al igual que Gómez Pepín, lo describe como un “periodista combativo”, que tenía su estilo de decir la verdad.

Para el director de El Nuevo Diario, Persio Maldonado, presidente de la Sociedad Dominicana de Diarios, el decano del periodismo que fue Gómez Pepín ejerció con sentido ético, a la vez que fue un formador de generaciones.

Los restos de Gómez Pepín están expuestos desde las 5:00 p.m. de ayer en la funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln, donde permanecerán hasta mañana.
A las 11:00 de la mañana el cadáver será llevado a las instalaciones de El Nacional, y luego trasladado a su natal Santiago, donde será sepultado.

El Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) y los ministerios de Educación y de Cultura externaron sus condolencias por el deceso del periodista que renunció al llamado del sacerdocio y que a dos meses de entrar a la profesión cubrió la fuente del Palacio Nacional en el periódico El Caribe en 1956, donde el tirano Trujillo solicitó que se le asignara.

Gómez Pepín, hijo de periodista (Ramón) y de educadora (Ana), desistió de hacer carrera militar y piloto en 1952, para convertirse en periodista a tiempo completo, pero confesó que al inicio, cuando la agenda cotidiana le permitía escribir reportajes y crónicas, “ver mi primera noticia publicada y a pesar de tener un padre periodista, me produjo una sensación indescriptible. Escribir es la única forma de aprender a hacerlo y de hacerlo bien”.

Rafael Molina Morillo. Este periodista y abogado recuerda que conoció a Radhamés Gómez Pepín en los días de fundación de la revista Ahora, en 1962.
“Radhamés entró a El Nacional como parte del cuerpo de redactores y pasó a ser director después de Mario Álvarez Dugan”.

Afirma que Gómez Pepín se destacó como un periodista contestario, combativo, y escribía sus columnas periodísticas”.

La última columna “Pulsaciones” le valió el nombre de su libro, que compila sus columnas desde 1950 hasta el 2013.

Molina Morillo lo califica como su gran amigo, a quien le respetaba su trabajo de periodismo político y destaca que hizo un estilo de periodismo de denuncia.
Si tuviera que elegir un epitafio para su amigo y compañero sería este: “Vivió feliz y murió feliz, porque siempre hizo y pudo decir la verdad”.

Persio Maldonado. El director de El Nuevo Diario consideró una pérdida sensible y honda esta muerte, tanto para los medios de comunicación como para el país.

“Pienso que fue un hombre muy coherente en su ejercicio del periodismo, porque fue con mucha responsabilidad”, dijo el presidente de la Sociedad Dominicana de Diarios.
Cree que Gómez Pepín, a quien conoció en la década de 1980, cuando era director del periódico El Sol, estuvo muy comprometido con el proceso de democratización de la República Dominicana.

Por el esfuerzo q ue hizo con su producción y formador de generaciones, “se quedará como un referente sumamente importante. Su vida va a permanecer con nosotros. Él era mi maestro sin saberlo”.

José Luis Corripio Estrada. El propietario de El Nacional testimonió en el libro Pulsaciones la suerte de conocer a periodistas bien formados en el oficio como Gómez Pepín, a la vez que le reconoció su “actitud crítica contra abusos y desmanes, vengan de donde vengan, su afinado olfato para descubrir la noticia donde pocos pueden soñar que existe un filón a explotar en los medios”.

Maldonado dijo que del trabajo de Radhamés como director “no tengo más que el reconocimiento a un hombre que se ha desempeñado con criterio profesional y sentido humano”.

Pésame de Educación. El ministro de Educación, Carlos Amarante Baret, lamentó el fallecimiento del director de El Nacional y dijo que Radhamés Gómez Pepín fue “un verdadero maestro de generaciones de periodistas”, por lo que con su muerte desaparece una de las mejores plumas del periodismo nacional. Extendió sus condolencias a la familia.

Condocencias de Cultura. El ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez, deploró el deceso de Gómez Pepín, a quien consideró un consagrado profesional del periodismo, “que por décadas se erigió en soporte de la democracia dominicana”.
Dijo que fue un esmerado defensor de las libertades públicas y el derecho de la gente, como lo testimonian las ediciones del prestigioso diario El Nacional.

CDP y SNTP. El presidente del Colegio Dominicano de Periodistas, Olivo de León, manifestó dolor por la muerte del veterano periodista, de quien afirmó que sin importarle que fuera director, tuvo alma de reportero, entraba a la redacción a animar, a agilizar la terminación de la noticia y hasta hacer chistes.

“A su edad, siempre fue periodista y un gran compañero, que con transparencia e independencia defendía el ejercicio del periodismo. Fue una escuela para los periodistas de esta época”.

En tanto, el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNYTP), José Beato, externó el hondo pesar por su fallecimiento y dijo que se convirtió “en un icono del periodismo dominicano”.

Le atribuye espíritu democrático, dejar enseñanzas de un periodismo con pasión y responsabilidad, de apertura a todos los sectores de la vida nacional y de igualdad, al estilo de un gigante defensor de los derechos fundamentales de la vida.

Gómez Pepín murió ayer a los 87 años. Concluyó una época en la función de director hasta su muerte del vespertino El Nacional, pero su legado está en haber cimentado una carrera de 63 años de periodista intrépido y rebelde, y en empezar el oficio de la búsqueda y el respeto por la verdad en la dictadura de Trujillo, pasando por la llamada dictadura ilustrada de Joaquín Balaguer hasta llegar a la democracia.

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Presidente da pésame

El presidente Danilo Medina notificó sus condolencias en nombre del Gobierno en misiva destinada a la viuda de Gómez Pepín, Cornelia Margarita Torres y le dijo que su esposo fue maestro de generaciones, de recia personalidad y eterno reportero hasta los últimos días . “Escribió por muchos años la columna Pulsaciones, recopilada hace poco en un libro, la cual constituyó siempre lectura obligada en todos los medios que la publicó”. Extensiva su solidaridad a los hijos: Radhamés Virgilio (Chiqui), Ramón Euclides Gómez Sánchez, César Rafael Gómez Navarro, Ana Patricia y Laura Gómez Liz; Orlando y Adriana Gómez Torres, y demás familia. Recordó que el veterano periodista formado al calor de la redacción de El Caribe, cofundador de El Nacional en 1966, que dirigió desde 1988, ganó el Premio Nacional de Periodismo 2009.