El ex presidente de la Asociación Nacional de Hacendados y Agricultores y los obispos de  Santiago y Mao abogaron  porque el Gobierno, con el consenso del empresariado y los sectores productivos, se aboque a la aprobación de una reforma fiscal que permita agenciar recursos al Estado para invertirlos en áreas vitales de la economía, como la agropecuaria, las pequeñas y medianas empresas, así como para el otorgamiento del 4 por ciento del PIB para la educación.

Cesáreo Contreras, Ramón Benito de la Rosa y Carpio y Diómedes Espinal  al ser consultados por separado consideraron que esta  nueva reforma fiscal debe  contar con el apoyo y participación de todos los sectores de la vida nacional para que se haga mediante consenso de todos los pobladores. 

Contreras resaltó que esta reforma  es muy necesaria en estos momentos para encarar las dificultades que en términos de recursos atraviesa el gobierno del presidente Danilo Medina.

Agregó que la reforma proveería al Gobierno de importantes recursos para superar la especie de estancamiento en que se encuentra y le permitiría invertir en importantes renglones que contribuirían a la dinamización de la economía.

De la Rosa y Carpio y Espinal señalaron que la reforma fiscal debe hacerse con equidad y que involucre a los sectores que poseen riquezas.

El obispo de Santiago dijo que en la reforma debe existir equidad  tras señalar que estas medidas  son necesarias para destinar recursos a sectores prioritarios como la educación, la agropecuaria, la salud y otras áreas vitales para el bienestar de la población.

“Debe ser una reforma fiscal humana, o sea, que las riquezas deben repartirse con equidad y eso tiene que llegar tarde o temprano”, proclamó el arzobispo de Santiago al ser entrevistado por periodistas en esa ciudad.

Monseñor Espinal sostuvo que “si queremos un país en desarrollo hay que fortalecer la educación, ya que un iletrado lo que necesita es adquirir mayor conocimiento para salir hacia a delante”.

Incentivar producción. Contreras entiende que si las autoridades gubernamentales no buscan la manera de incentivar la producción agropecuaria, las pequeñas y medianas empresas,  así como otros sectores, no habría forma de evitar su descalabro y una forma de evitarlo es que el gobierno se agencie recursos para invertirlos en esos renglones vitales para nuestra economía.

Destacó que el sector que atraviesa por la situación más crítica es la ganadería, donde muchas fincas tradicionalmente grandes productoras de leche han sido  cerradas o vendidas ante la insostenibilidad, situación atribuida al incremento de los costos de producción, como el maíz y la soya.

El veterano productor de leche confía, sin embargo, en la promesa que hiciera el presidente Medina en la pasada campaña electoral, en el sentido de que relanzaría el campo dominicano dotándole de los recursos necesarios como forma de generar empleos.

Contreras, aunque aclara que no es experto en materia fiscal, insiste en que es necesario que se impulse esa iniciativa.