SOH Conservación, entidad que comaneja el Parque Nacional Sierra de Baoruco junto a otras entidades privadas y el Ministerio de Medio Ambiente, destacó que el Gobierno debe buscarle una solución a las personas y agricultores que hay en esta área protegida, pero que está ubicada en terrenos de las provincias más pobres del país: Baoruco, Independencia y Pedernales.

El director de SOH Conservación, Jorge Luis Brocca, afirmó que el Estado ha creado varias áreas protegidas en estas provincias, pero no se ha dado alternativa para el desarrollo socioeconómico de sus habitantes. “En estas zonas tan pobres no le dejaron tierra para cultivar. Y no es solamente que la gente viva, sino que viva con dignidad. Hay que desarrollar otras alternativas para estas personas”, expresó.

Según el Ministerio de Economía, Pedernales es la segunda provincia del país con mayor tasa de pobreza, con un 74.6%; Baoruco, es la tercera, con 74.5%; Independencia, en cuarto lugar, con una tasa de 72.9%.
Brocca afirmó que el mayor reto que tienen las autoridades es reubicar a la gente y dar mayores empleos a estas personas que tienen derechos, porque sus abuelos vivían dentro del área protegida antes de ser declarado parque y nunca se les indemnizó cuando se creó.

Estima que dentro del área protegida de Sierra Baoruco viven cerca de 60 familias y los que practican agricultura son más de 100 familias, en las comunidades de Los Arroyos, La Altagracia y las Mercedes.

Expuso que en las afueras del parque, pero en la Sierra de Baoruco, se pueden practicar actividades agrícolas como siembra de café, cacao y apicultura, las cuales conservan el área, reforestarlo y permite el desarrollo económico de zonas aledañas. Además está su potencial ecoturístico, pero para lo cual se necesitan mayores inversiones en infraestructura.
Brocca instó a que las mismas políticas que se están implementando en Valle Nuevo y Los Haitises, de reubicación de los campesinos, se hagan en Sierra de Baoruco.

Destacó que la tala de árboles para carbón está corregida dentro del parque, porque hay una mayor vigilancia de los guardaparques, pero en las zonas aledañas continúa y es una amenaza.